Ante la aparición en Infobae de una solicitada en la que, entre otros puntos, el sindicato SAT SAID proponía aumentar la carga impositiva a la minería y a otras actividades, vale la pena hacer la siguiente reflexión.
No es cierto, como se dice, que el sector no paga Impuesto a las ganancias. A la minería se le aplica en líneas generales la misma estructura tributaria que al resto de los sectores de la economía. Y además si se considera también el pago de los derechos de exportación y el de regalías, la presión al sector llega hoy al 42% de su PBI. En concreto, en 2013 el aporte fiscal de la minería al sector público fue de $ 7.990 millones.
Por estos días mucho se habla del potencial de la minería para el desarrollo del país. Sin embargo, el sector es también presente. Y un presente que ha generado más de 100 mil puestos de trabajo directos e indirectos y que el año pasado obtuvo divisas para el país por más de 4.000 millones de dólares.
Por supuesto, dada la distribución geográfica de los yacimientos, esa presencia es más tangible en las provincias mineras: hoy, San Juan y Catamarca explican más del 40% de su producto a partir de la actividad, mientras que en Santa Cruz la minería es la principal fuente de empleos privados.
Según la consultora Abeceb, el 70% de lo que factura la minería queda en el país y es hoy el quinto complejo exportador. Parte del desarrollo productivo futuro de la Argentina dependerá de sus riquezas minerales. Pero como dice la canción, el futuro ya llegó. Y hace rato.