Dilma Rousseff no está "preocupada" por el avance de Marina Silva en las encuestas

La mandataria brasileña dijo que está enfocada en su campaña y que no se fija en la de sus rivales, aunque la muerte de Eduardo Campos transformó el escenario electoral. También se pronunció sobre el escándalo de corrupción en Petrobras

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Reuters
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Durante una rueda de prensa, la presidente de Brasil Dilma Rousseff afirmó que está más preocupada en su propia campaña electoral que en la de sus rivales. También restó importancia al cambio del escenario político tras la confirmación de la líder ecologista Marina Silva como candidata por el Partido Socialista Brasileño (PSB) en el lugar de Eduardo Campos, que murió el 13 de agosto pasado en un accidente aéreo.

Incluso, la mandataria se animó a criticarla, después de las declaraciones de Silva, que dijo que el país no precisa ser gobernado por "gerentes". "Se trata de una evaluación de alguien que nunca tuvo experiencia administrativa y no sabe que un país de la complejidad de Brasil tiene que dar cuenta de obras, de programas y de relaciones políticas", afirmó.

"En el presidencialismo somos diferentes al parlamentarismo. El jefe del Poder Ejecutivo tiene obligaciones clara. No es una cuestión de ser gerente o no. Eso es una visión tecnocrática; el presidente es un ejecutor. No es simplemente un representante del poder", agregó.

Según la única encuesta divulgada hasta ahora tras la muerte de Campos, la ex ministra de Medio Ambiente y ex senadora entró con fuerza en la disputa por la Presidencia ya que, con el 21% de las intenciones de voto, es la segunda favorita. El mismo sondeo señaló que, en caso de una segunda vuelta, Silva puede vencer a Rousseff.

"Quiero demostrar que hoy la hija de un albañil puede ser médica"

La mandataria aspira a obtener la reelección en los comicios del 5 de octubre. "Quiero mostrar las conquistas de este país, quiero mostrar que este país ha cambiado porque hoy la hija de un albañil puede ser médica y una empleada doméstica puede viajar en avión", aseguró.

Petrobras y los dolores de cabeza a la dirigencia política

Rousseff, además, sostuvo hoy que la petrolera estatal Petrobras, salpicada en los últimos meses por diversas denuncias de corrupción, está por encima de las irregularidades que puedan haber cometido los dirigentes o responsables de la compañía.

"Brasil y todos nosotros tenemos que aprender que si las personas cometen errores, desvíos, crímenes, actos de corrupción... eso no significa que las instituciones lo hicieron", afirmó la jefa de Estado en una rueda de prensa en la que fue interrogada sobre si los escándalos de la mayor empresa brasileña pueden perjudicar su campaña electoral.

Rousseff añadió que, pese a las denuncias, la empresa tiene que ser preservada como una institución, ya que no se pueden confundir las personas con las instituciones: "Petrobras es mucho mayor que cualquiera de sus empleados, sea dirigente o no, que comentan crímenes, equivocaciones o sean condenados. Eso no significa que la empresa fue condenada. Hombres y mujeres fallan, no las instituciones. Petrobras está por encima de eso".

"Hombres y mujeres fallan, no las instituciones. Petrobras está por encima de eso"

La compañía controlada por el Estado es investigada por la Policía Federal, la Fiscalía, el Tribunal de Cuentas de la Unión y el propio Congreso por diferentes irregularidades, entre las cuales la compra de una refinería en Estados Unidos que generó millonarias pérdidas para la empresa.

Por este último, caso fueron embargados los bienes de varios de los ex dirigentes de la petrolera y el Tribunal de Cuentas de la Unión analiza la posibilidad de extender el embargo a las propiedades de la actual presidenta de Petrobras, Graça Foster.

Rousseff ha defendido en varias oportunidades a Foster, una importante colaboradora, incluso cuando la ejecutiva fue acusada de haber transferido parte de sus bienes para familiares en un intento por evitar que sean afectados por un posible embargo.

La mandataria, sin embargo, se abstuvo hoy de pronunciarse sobre las versiones de que el ex director de abastecimiento de la petrolera, Paulo Roberto Costa, está negociando un acuerdo con la justicia para obtener una pena menor a cambio de delatar irregularidades.

Costa está preso por negocios que salpican a Petrobras y hasta ahora ha negado cualquier irregularidad, pero, según sus abogados, está dispuesto a acogerse a los beneficios que otorga la ley a acusados que confiesan sus crímenes y señalan a sus cómplices. Sobre esta posibilidad, Rousseff dijo que no puede comentar decisiones de "una persona presa".