Massú, a 10 años de ganar la medalla de oro en Atenas: "Fue un sueño hecho realidad"

Una década después de su hazaña olímpica, el ex tenista chileno charló con Infobae América para recordar uno de los momentos más felices de su vida

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-¿Qué representa para ti el 22 de agosto, día en que ganaste la medalla de oro en Atenas 2004?

Es una fecha muy especial, fue uno de los momentos más felices de mi vida. Lo mejor que le pudo haber pasado a mi carrera es haber ganado esas dos medallas de oro y hoy se cumplen 10 años. Hace dos o tres días estuve en Atenas, porque siempre quise volver al lugar donde hice algo histórico para Chile. Fue un sueño hecho realidad. Programé un viaje de vacaciones y siempre quise pasar por Atenas, porque es una fecha simbólica, y pude estar en el estadio, sacar fotos, recorrer. Es una ciudad que me trae muchos recuerdos y quería estar con mis seres queridos, con mi familia.

-¿Cómo encontraste a Grecia una década después de tu hazaña?

De la ciudad yo no me acordaba nada. Porque llegué de noche y sólo estuve en la Villa Olímpica y en el estadio. Para mí era una ciudad desconocida, no tuve la oportunidad de sacarme una foto porque nunca salí. La conocí ahora y es una de las ciudades más lindas que conocí en mi vida. Fui al estadio donde se hizo la ceremonia inaugural y al estadio de tenis donde gané la medalla. Están en muy buenas condiciones, los griegos tienen mucho respeto por su país. Me encontré con un país que, independientemente de la crisis, está muy ordenado. La gente te trata increíble. Aprendí a querer esta ciudad porque fue donde logré algo increíble.

-¿Qué recuerdas del día de la final de singles ante Fish?

No me sentía muy bien. Había jugado la final de dobles y entré a la cancha con 20 o 21 horas de juego en la semana. Llegue desgastado, con muchos dolores. Cuando fui a hacer el calentamiento previo, no me podía mover. Empecé a preocuparme porque era el partido más importante de mi vida. Y Mardy Fish era durísimo, venía con mucha confianza y estaba esperando el partido hacía dos días. Yo estaba en condiciones adversas. Sólo tenía la emoción de lograr la primera medalla de oro de la historia chilena el día anterior. Los masajistas, kinesiólogos y doctores me ayudaron mucho. Y además era una final olímpica, no sabes qué te puede pasar cuatro años después. A lo mejor es la última vez. Por suerte, el sueño de ganar algo tan importante fue más importante que lo físico.

-¿Recuerdas alguna jugada clave, la que fue un punto de inflexión de ese partido?

Hubo un momento en que colapsé. En el tercer set estaba mareado, con la mirada nublada, estaba fatigado, no me respondían las piernas. Pero cuando gané el cuarto set, saqué todo lo que tenía dentro. Era como en el boxeo, el último asalto. Hubo una pelota que Fish hace una doble falta, pegó como medio metro afuera. Yo empezaba a sentirme mejor. El árbitro de atrás la cantó 'mala' y el de la silla la corrigió. Yo fui a hablarle y aproveché para sacar la rabia, porque sentía que había dormido poco, más todo el desgaste, y además estaba un poco irritado. Era una pelota muy importante. Y cuando hablaba con el juez, la gente entendió todo el desgaste que tenía y las 5000 o 6000 personas que había empezaron a alentarme.

El relato de Nicolás Massú a Infobae América sobre la jugada más clave de su consagración

Pero el momento más importante fue cuando estábamos 2-2 en el quinto set, sacando Mary Fish, break point para mí. Él saca muy bien, yo le devuelvo, se viene a la red, lo hago volear y me queda la pelota corta, pero llego, le pego una derecha y le quiebro. Ahí me doy vuelta y miro a donde estaban todos los otros atletas chilenos. Me empecé a golpear en el pecho con todo y gritaba 'esta medalla es mía, es mía'. Me pegué muy fuerte en el pecho, salí saltando y sentí que el partido podía ser mío. Fue el momento donde marqué la diferencia, un segundo aire, me recuperé.

-Siempre mencionas a Chile, eres un deportista muy patriota...

Yo soy muy patriota, entonces siempre la Copa Davis o los Juegos Olímpicos fueron una prioridad. Siempre jugando para Chile rendí mucho mejor. Daba lo mejor de mí. Era más fácil ganar. Aunque no estaba en mi mejor momento, iba a representar a Chile, siempre. Para mí era algo importantísimo. El circuito de tenis es muy complicado y a veces hay cuidar los puntos, pero yo trataba de jugar todo. Llegaba a la Copa Davis como podía, porque para mí era una prioridad.

-¿Fue por eso que decidiste ser el capitán del equipo de Copa Davis?

A la semana que anuncié mi retiro, me dieron el cargo de capitán de Copa Davis. Era algo que siempre había querido, pero no esperaba que fuera tan rápido. Lo analicé poco, inmediatamente dije que sí. De alguna forma, al haberme retirado hacía poco ya conocía todo del tenis, y al ser joven y tener ganas los puedo ayudar. Fernando González tiene una escuela y el "Chino" Ríos está conmigo, eso es muy importante. Estos chicos tienen que aprovechar nuestra experiencia. Si bien los veo muy poco a los chicos, estoy en contacto todo el año con ellos. Ellos tienen sus entrenadores, pero nosotros intentamos afinar detalles.

-¿Y cómo ves a Chile actualmente dentro del tenis de Latinoamérica?

Todos los países de Latinoamérica están en transición. En Argentina había cuatro top 10 y siete top 20. Hoy sólo queda Juan Martín Del Porto, que si está sano puede estar entre los primeros tres. No hay tantos jugadores como hace diez años atrás, porque antes todas las semanas había un sudamericano finalista. Chile está en esa etapa que tiene el tenis sudamericano. Fueron 15 años extraordinarios, pero ahora hay que conformarse con Christian Garin, que fue campeón junior de Roland Garros, con Nicolás Jarry, Gonzalo Lamas y muchos otros chicos. Pero hay que darles tiempo, pero creo que tienen la ventaja de que nosotros los vamos a ayudar.

-¿Entonces a qué puede aspirar el tenis chileno?

El próximo año, con los jugadores que tenemos y con un 80% de probabilidades de jugar de locales, tendríamos que ascender al Grupo I. Mantenernos ahí y en un largo plazo aspirar al Grupo Mundial. Pero Chile debería estar ya en el Grupo I, está en el II porque los jugadores son jóvenes, pero nos pertenece el Grupo I.

-Además del aniversario de la medalla, falta muy poco para el de tu retiro, ¿cómo fue el primer año de ex jugador?

Fue un año raro, extraño. Pase de tener muy poco tiempo y mucha tensión, a tener todo para mí y para pensar que voy a hacer en el futuro. Tengo la melancolía de ver esos torneos que jugué durante 15 años por la televisión, pero también la felicidad de que entregué todo por mi carrera. Trate de volver, pero por las lesiones y no jugar mi mejor tenis, no pude hacerlo. Estuve un año jugando challengers, un día bien, pero al otro día mal. Quizás soy joven, pero también empecé muy rápido. A los 11 años ya viajaba por toda Europa y a los 19 años era top 100. Estuve 13, 14 años a un ritmo muy alto.

-¿Qué sigue en la vida de Nicolás Massú?

Me siento muy feliz. Con la Copa Davis estoy cerca del tenis, no tengo que viajar mucho y eso es bueno. Pero estoy planeando el año que viene abrir una academia en Chile o empezar a ser entrenador de un jugador. También me llama la atención la televisión, me gustaría tener un programa de deportes. Tengo que pensar qué voy a hacer. Ahora lo tomo con calma.