Argentina tiene una "torta" por ganar si sale del default

Por Germán FermoSeguimos sin hacernos la única pregunta que importa, la que realmente tendrá consecuencias de largo plazo: ¿Cuánto le costaría a la Argentina salir del default y cuánto ganaría si lo hiciese?

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Tuiteaba días atrás: "Me sorprende y preocupa la infinita distancia que existe entre las necesidades del país y el nivel del debate político y económico actual". Observando lo que se escucha y se lee en los medios, resulta evidente que la discusión sobre el nuevo default de Argentina perdió completamente su foco concentrándose exclusivamente en la coyuntura y desestimando el largo plazo. Los medios deberían educar a la sociedad argentina para que comprendiese qué es un bono, qué significa su yield, qué implica "defaultear", un cross-default, "acelerar", reestructurar, cotizar como deuda junk y sólo a partir de esta comprensión seremos capaces de esgrimir la única pregunta relevante, una pregunta que casualmente nadie se está haciendo: ¿Cuánto le costaría a la Argentina salir del default y cuánto ganaría si lo hiciese? Lo paradójico es que el problema es mucho más sencillo de lo que se muestra.

Resulta patético observar cómo los medios dedican más tiempo en analizar la farandulezca pelea de la señora política "x" versus el señor político "j" como si dicha discusión le mejorase la vida a alguien. No es más que una simple e irrelevante historieta de políticos perdedores. El paupérrimo análisis del default entró en una maraña de opiniones mediocres en donde siempre escuchamos a los mismos dando cátedray tocando un viejo violín una y otra vez como si en alguna ocasión hubieran operado deuda emergente, hubieran "tradeado" Credit Default Swaps y hubieran sufrido en cartera propia lo que es capaz de hacer un mercado cuando te da vuelta la espalda y te "shortea". Mientras escuchamos todos los días de la semana, casi sin excepción, a los mismos tres o cuatro muñecos, con su interminable y repetitiva sanata del PBI, inflación y reservas, seguimos sin hacernos la única pregunta que importa, la que realmente tendrá consecuencias de largo plazo: ¿Cuánto le costaría a la Argentina salir del default y cuánto ganaría si lo hiciese?

Este impensado e incompresible default es un punto de inflexión para el futuro de la Argentina, a nivel macroeconómico todo dependerá de cómo salgamos de este problema. Tendremos un país sumamente distinto con un default solucionado el 1/1/15 o sin él. Cuando Argentina cerró los acuerdos con Repsol/YPF, CIADI y Club de París no dudé un segundo en apoyarlos. Y si bien había mucho político opositor criticando la letra chica de los acuerdos mi respuesta fue contundente: relativo a lo que Argentina tiene para ahorrar en intereses de financiación futura e inversión, la letra chica de los acuerdos es irrelevante, cerremos esto rápido, punto y aparte. Y con esta misma lógica digo ahora que debemos salir del default actual en el preciso instante en que caduquen las RUFOs: el 1/1/15 Argentina debería saldar su deuda con los holdouts y ponerse al día con los bonos de los canjes 2005/2010, y hasta entonces esperemos que no nos aceleren masivamente. Volver a tener acceso a los mercados internacionales de deuda permitirá financiar inversión pública y privada a largo plazo a tasas razonables, y dicho proceso significará la activación de un círculo virtuoso con financiación productiva, mayor crecimiento, mayor empleo, mayores salarios reales y menos pobreza. Activar este proceso cuanto antes es precisamente hacer patria.

Escenario 1: Argentina sale del default en enero de 2015

1. Precio de Ejercicio de la Opción: serían los u$s10.000 millones que se adeudarían a la totalidad de los holdouts.

2. Beneficios que Otorga el Ejercicio: Es el diferencial entre la yield soberana actual (11%) y la yield "priceada" post-acuerdo con holdouts (6%). Es razonable suponer que en los próximos diez años el sector público y el privado necesitarán financiamiento por al menos 200.000 millones de dólares. Supongamos que Argentina emitiese escalonadamente bonos bullets con un nocional de u$s20.000 millones por año, comenzado en 2015 y terminando en 2024. Si Argentina pudiese emitir deuda con un cupón del 6% en vez del 11%, nos ahorraríamos u$s100.000 millones a valor nominal y u$s57.000 millones a valor presente. Entonces:

A Valor Nominal los beneficios son 10 VECES SUPERIORES
. A Valor Presente los beneficios son 6 VECES SUPERIORES.

Y este cálculo es sumamente conservador ya que no considera los beneficios indirectos que un acercamiento a los mercados internacionales representaría para el país: mayor inversión, mayor crecimiento, incremento de empleo y salario real. Estos números lejos están de ser perfectos, pero queda claro hacia dónde deberíamos apuntar las balas.

Escenario 2: Argentina queda en default hasta el próximo Presidente

Si el mercado en los próximos meses comienza a descontar un default largo es altamente probable que nos aceleren la deuda y nos lleven a una incomprensible nueva reestructuración. O sea, la Triple Nelson que vengo anticipando desde hace semanas. ¿Cuáles serían los números? Los u$s13.000 millones de los holdouts más unos u$s35.000 millones de bonos performing acelerados, llevándonos a un default de aproximadamente 47.000 millones de dólares. Reestructurar no es rápido por lo que si el próximo Presidente tuviera que hacerlo, se demoraría al menos un año más el ingreso de capitales y la liberación del "cepo" cambiario. Por lo tanto, la recuperación económica debería esperar hasta mediados del 2017, con suerte. Y ojo, porque una reestructuración futura no nos aseguraría las condiciones obtenidas en los canjes 2005 y 2010. Vivimos en una coyuntura internacional de bonos muy caros incluso los junk.

Lo que pretendo es que todos los argentinos tengamos en cuenta las enormes implicancias positivas que una salida del default representaría para el país en los próximos diez años. Todavía estamos a tiempo de solucionar este problema, sería útil que todos salgamos de la lamentable mediocridad en la que vivimos y tratemos el problema con la urgencia y seriedad que Argentina se merece. El default es un problema de todos, aun cuando gran parte de la ciudadanía ni enterada esté todavía y festeje despreocupada el inicio del nuevo campeonato de fútbol local. Salgamos del huevo en el que estamos viviendo y rompamos la cáscara de una vez: salir del default nos permitirá activar un círculo virtuoso de inversión y crecimiento en el que ganamos todos. Una salida rápida del default es el primer paso dentro de una larga secuencia de eventos para finalmente lograr inversión de largo plazo.

Hagamos patria entonces: resolvamos el default hacia enero 2015 y se beneficiará la Argentina entera.

(*) Germán Fermo es doctor en Economía y director de MacroFinance y de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.