Rumores sobre la aceleración de vencimientos de la deuda pública impulsaron al dólar a un récord

Esta operación implica que los tenedores de bonos deberán entregar sus títulos a cambio de otros con similares condiciones pero con jurisdicción Buenos Aires, para que puedan seguir cobrando los vencimientos. Para muchos era una maniobra descabellada; otros, la consideraban posible porque desaparecida la influencia del presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, las decisiones están en manos del ministro de Economía, Axel Kicillof, ferviente impulsor de esta estrategia.

"Hoy el Gobierno es Cristina y Axel, no entra nadie más, ni siquiera Zannini", comentaban en las mesas. Se sabe que a esos lugares donde se manejan fuertes sumas de dinero, llega la mejor información porque hay manos vinculadas a la política.

El estilo del ministro se ve en decisiones inexplicables como disponer la baja de las tasas de interés y mantener el tipo de cambio inamovible cuando el dólar está demandado. El ministro olvida detalles. Si con la baja de tasas espera incrementar el consumo, debe prepararse para una mayor demanda de divisas de los importadores porque son pocos los productos locales que no tienen insumos extranjeros. Las salchichas llevan aceites importados de Alemania, por caso.

La baja de tasas que alienta Kicillof explica el vuelco a la demanda de dólares

Por eso no sorprendió la escalada del cable. El "contado con liquidación" subió 75 centavos a 11,40 pesos. La demanda fue intensa. La suba respondió a necesidades urgentes de importadores pero también a jugadores que tomaron ganancias y las giraron al exterior. Ellos dieron por concluida la campaña argentina. Saben que lo que viene no es lo mejor. "Las acciones pueden subir y los bonos también, pero va a ser difícil por ahora ganarle al dólar", razonan.

En el mercado libre fueron más mesurados con los precios. La divisa abrió a 13 pesos y terminó a 13,15 con demanda intensa. En algún momento amagó bajar a 13,05 pero enseguida volvió al precio de cierre. El dólar que domina la economía es el cable y subió casi 15 por ciento en dos semanas, un porcentaje levemente inferior al rendimiento del plazo fijo en siete meses. Este es el dólar que hay que seguir en los próximos días porque puede superar en valor al dólar libre.

"El contado con liqui subió 15% en dos semanas, y equiparó a la renta de un plazo fijo en siete meses"

En el Forex-MAE, la principal plaza mayorista, creció el monto de operaciones. Por la aparición de algunos exportadores, se negociaron 177 millones de dólares. La mesa de dinero del Central, a pesar del mayor volumen de negocios, compró apenas 30 millones de dólares, y las reservas subieron sólo cinco millones, a 28.967 millones de dólares. El Banco Central mantuvo el dólar en las casas de cambio a 8,33 pesos.

Comportamiento mixto en bonos y acciones

En tanto, el monto de los bonos negociados en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) descendió 20 por ciento a 1.513 millones de pesos. El Discount, el bono en default, perdió 0,43 por ciento. El Cupón PBI con legislación Nueva York cedió 1,10 por ciento.

En cambio los títulos en dólares con legislación argentina, los más utilizados para las operaciones de "contado con liquidación", tuvieron un buen día. El Boden 2015 aumentó 1,47 por ciento y el Bonar X que vence en 2017 lo acompañó con 0,20 por ciento.

En la Bolsa el monto de negocios fue de 165 millones de pesos. El índice Merval de las acciones líderes logró subir 0,82 por ciento por la demanda de los papeles de los bancos. El Macro lideró las alzas con 2,10 por ciento seguido de Grupo Galicia con 0,99 por ciento. Pampa Energía perdió 1,14 por ciento y su controlada Edenor quedó sin cambios.

En Wall Street los ADR's de empresas argentinas siguieron el camino opuesto porque los que compran acciones en Buenos Aires las venden en Nueva York para hacerse de dólares. Macro cayó 0,11 por ciento y Galicia, 1,48 por ciento. Edenor tuvo un derrumbe de 3,18 por ciento y Pampa Energía, de 3,04 por ciento.

Para la próxima rueda, el cable quedó firme mientras el dólar billete no tuvo demanda en el postcierre. Los inversores seguirán cubriéndose con dólares, una historia que los argentinos conocen de memoria.