Amado Boudou fue indagado el 23 de julio en el expediente por el que hoy fue procesado. Su defensa apuntó a culpar a la red de gestores que realizaron el trámite por el que es probable que llegue al juicio oral. Sin embargo, el juez Claudio Bonadio subrayó que el vicepresidente fue el único beneficiario de las irregularidades.
Junto a sus abogados Jacobo Grossman y Martín Magram, Boudou dejó un escrito y algunos documentos, y se negó contestar preguntas.
En el escrito, dijo que el trámite de cambio de radicación de una Honda modelo 92 que está bajo la lupa fue encargado por su ex pareja Agustina Seguín a un gestor privado, Andrés Soto, a quien culpó por las numerosas irregularidades. Entre otras cosas, tiene una firma falsa del vicepresidente y un sello apócrifo de la Policía Federal.
Boudou subrayó además que nunca conoció a Soto ni al otro gestor que también está procesado, Rodolfo Basmiani.
Por último, presentó un acuerdo con su ex esposa, Daniela Andriuolo, de quien se divorció en 1998. El juez cree que la raíz de la causa está en esa separación: Boudou cambió la fecha en la que adquirió el vehículo para evitar que sea ganancial y, por ende, tener que darle la mitad de la mujer.
En el convenio, la mujer había desistido de reclamarle bienes. Entre ellos, según la defensa, estaba el Honda rojo, aunque en el escrito se habla de dos motocicletas.
Tras salir del juzgado, el funcionario emitió un comunicado en el que destacó tres cosas:
- "La causa que tramita se refiere a un automóvil Honda que adquirió Boudou en noviembre de 1993 sin que esté en duda la adquisición y la titularidad del vehículo".
- "Puesto que el vehículo era usado, al realizarse la transferencia a su nombre, los gestores encargados falsificaron la firma y fraguaron el DNI, hechos que están peritados y probados en la causa".
- "Dado que el trámite de transferencia tiene por objeto poner el automóvil a nombre de Amado Boudou, resulta obvio que no ha tenido como motivación ocultar el bien, sino todo lo contrario".