México: 70.000 campesinos reclamaron una reforma agraria que acabe con los monopolios

Alrededor de 70.000 campesinos, escoltados por algunos tractores, marcharon este miércoles por una transitada avenida de Ciudad de México para reclamar una reforma agraria que acabe con los monopolios del sector y contra una controvertida reforma energética.

"Lo que necesitamos es una nueva política hacia el campo, la eliminación de los monopolios en materia agropecuaria para que los pequeños y medianos productores puedan vender sus productos", dijo a la agencia de noticias AFP Alejandro Carvajal, presidente nacional de El Barzón, una organización que defiende el patrimonio de los campesinos.

Por su parte, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) emitió un comunicado para solidarizarse con la protesta, en el que denuncia a los "nocivos" grupos empresariales de la industria alimenticia, entre ellos la estadounidense Monsanto y las mexicanas Gruma y Bimbo.

Estas grandes "corporaciones manipulan precios de insumos básicos y precios de mercado, ahogando a los propietarios rurales y manteniendo altos costos de los productos al consumidor", indica el parte.

Los manifestantes, que llegaron a la capital desde todas las regiones del país, sumaron 70.000 (según la secretaría de Seguridad capitalina) y lograron que sus líderes plantearan los reclamos en entrevistas con el secretario de Gobernación (Interior), Miguel Angel Osorio Chong, el de Energía, Pedro Joaquín Coldwell y los secretarios de Agricultura, Desarrollo Agrario y Medio Ambiente.

Para los campesinos, la reforma energética facilita la expropiación de sus tierras

En la reunión en la sede de la Gobernación, cuyas instalaciones fueron cercadas por vallas metálicas y custodiadas por centenares de policías antimotines, se acordó mantener un diálogo entre el gobierno y los campesinos "para revisar y analizar las propuestas que entregaron", señaló la dependencia en un comunicado.

Entre una estridente música de fanfarria, los manifestantes aseguraban también que la reforma energética -aprobada el año pasado y que abre el sector a la iniciativa privada nacional y extranjera- facilita la expropiación de sus tierras.

"Ahora, en el colmo del cinismo, se pretende que se considere a la tierra como de utilidad pública y prevalente sobre la explotación de los energéticos", dijo ante la multitud Alberto Montoya, académico de la privada Universidad Iberoamericana.

Según las leyes reglamentarias de la reforma energética, aprobadas el pasado lunes por el Senado, las empresas podrán adquirir las propiedades cuyo subsuelo quieran explorar.