¿Qué pasó para que Román diera un portazo cuando ya parecía estar todo arreglado para firmar con Boca?

Hacía días que se había anunciado el acuerdo entre las partes: Román seguiría vinculado a Boca por 18 meses y continuaría como capitán del equipo dirigido por Carlos Bianchi. Pero de un momento al otro, cuando Daniel Bolotnicoff (representante) se prestaba a sellar el contrato, surgió un imponderable de última hora. El presidente causó el disgusto del agente, quien se comunicó con el '10' y dio marcha atrás a todo ¿QUÉ PASÓ?

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Lo que primero salta en el 'Riquelme Gate' es el dolor causado a los hinchas, que tendrán que cargar con la pena de ver al ídolo más grande de su historia con otra camiseta, y hasta quizás tenerlo enfrente en el futuro próximo. Pero, ¿quién fue responsable de que se marchara por la puerta de atrás? ¿Cuándo se rompió la relación de Román con Bianchi? ¿Qué hizo Angelici para llevar al '10' a tomar la decisión de despedirse?

La relación entre Daniel Angelici y Juan Román Riquelme estuvo mal parida desde el comienzo.
Data del 2010, cuando el entonces tesorero de la institución no quiso saber nada con la renovación del vínculo del futbolista por cuatro años y decidió pegar el portazo por no estar de acuerdo con el resto de la Comisión Directiva. El ídolo archivó todo en su cabeza y apeló a su memoria para mover cada ficha de ajedrez, desde que el dirigente preside a Boca Juniors.

Cada negociación fue un parto, sobre todo después del retiro frustrado de Román, quien colgó los botines por un rato, luego de perder la final de la Libertadores con el Corinthians en San Pablo. El hecho de que su hermano anunciara antes del decisivo encuentro lo que iba a anunciar, generó un evidente malestar en el directivo número 1 del club. Si la relación pendía de un hilo, esta situación fue el último tirón que hacía falta para terminar de quebrarla.

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En cierta parte, su despedida generó alivio en Angelici, aunque el dolor de cabeza se multiplicó cuando decidió regresar,

sin hacer pretemporada otra vez

, pero con el apoyo y aval del entrenador. El presidente hizo lo políticamente correcto y le abrió las puertas de par en par, sabiendo el costo que podía llegar a pagar en caso de no hacerlo.

La pelota (conflicto) se pateó para adelante y la fecha cúlmine pasó a ser el 30 de junio de 2014, cuando su contrato finalizara.


Con 36 años y reiterados

faltazos

a lo largo de cada competición en el último lapso, Angelici advirtió que iban a negociar su continuidad, aunque no a cualquier precio. Tires y aflojes hubo en el último semestre, algo que enervó seguramente a Román. La prolongación del vínculo estaba clara:

18 meses

(por el nuevo sistema de disputa del torneo).

Pero las cifras, no.


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La propuesta era de 100 mil dólares 'limpios' -sin impuestos- más premios, aunque había diferencias entre las partes por la cotización de la moneda: Riquelme quería que le pagaran a valor blue o en su defecto, en billetes verdes. El final del campeonato llegó, el Mundial desvió un tanto la atención y Boca retornó a los trabajos.

¿Riquelme?

Solamente apareció para hablar con Bianchi y nuevamente

se desligó de la pretemporada

, un punto vital para la predisposición de Angelici de mantenerlo.

Argentinos Juniors, Tigre y un equipo brasileño aparecieron en órbita.


Dólar billete, cotización 'blue' y precio oficial fueron términos que se utilizaron en cónclaves que mantuvo la dirigencia con Daniel Bolotnicoff, representante de Riquelme. Al margen de lo que iba a percibir como salario (sólo por practicar, sin necesidad de jugar), hubo otros puntos que se estipularon en el vínculo (todos en billetes): premios junto al plantel más

100 mil dólares por la obtención de cada campeonato nacional

(torneo y Copa Argentina)

y 200 mil por cada uno de los internacionales

(Sudamericana y Libertadores). ¿Más? Otros

200 mil verdes por disputar los 38 partidos

que le restan para superar a Roberto Mouzo y pasar a ser el jugador con más presencias de la historia.



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EL FINAL INESPERADO


Cuando ya estaba todo listo para que se firmara, por estar seguro de que ya no había vuelta atrás o justamente para que no se hiciera, el Presidente se descargó con el representante del '10'. Inesperadamente,

Angelici le dijo en la cara a Bolotnicoff todo lo que pensaba del ídolo: sus reiteradas lesiones, la falta de profesionalismo, la nueva ausencia en una pretemporada, su 'falso retiro' en la tarde previa a la final de la Copa Libertadores del equipo de Falcioni y ser el foco de conflicto en varias ocasiones dentro del grupo.

Cabe destacar que desde hacía días, todos los medios se habían hecho eco del acuerdo entre ambas partes que finalmente se habría frustrado por la sinceridad del

mandamás

. Una cuestión de orgullo en juego distanció aún más a cada bando, cortándose de cuajo la posibilidad de una tregua o reconciliación, ya que cuando Riquelme se enteró de las palabras de Angelici, dio marcha atrás con todo.



Encima, hora atrás se había llevado a cabo

un asado de más de 5 horas con Claudio Borghi

, en donde se pusieron de manifiesto sus coincidencias futbolísticas, aunque no se había definido nada sobre su arribo a Argentinos. El incendio estaba iniciado,

Bianchi había avivado el fuego por su escaso apoyo público

(Riquelme siempre esperó que se pusiera de su lado y lo respaldara frente a los micrófonos) y ante las autoridades de la institución y

Angelici le echó nafta a las llamas con el exacerbado reclamo

. ¿El resultado? A las claras, la decisión de cambiar los colores y clausurar así el 'patio de su casa'.