El momento futbolístico de Brasil es crítico, y si a ello se le suma que su clásico rival accedió a la final de "su" Mundial, es indudable que el humor social siguió en una curva descendente que parece no tocar fondo.
Además, el mítico Cristo Redentor que observa a Río de Janeiro con los brazos abiertos fue iluminado con los colores de Argentina, para mantener el clima mundialista. Con miles de argentinos que tiñeron las calles de su ciudad de celeste y blanco, la figura que los representa también se lució con los colores de los "criollos".
De todos modos, la iniciativa fue para los dos aspirantes al título y al punto turístico más visitado de Brasil también se lo vio de negro, rojo y amarillo, pertenecientes a la bandera de Alemania. Hoy a las 16 se define el certamen y la figura del Cristo Redentor dependerá del resultado de la final, ya que se espera volver a ver al monumento con los colores del campeón.