Se canceló el servicio de avión destinado a transmitir Radio y TV Martí a Cuba

El Departamento de Estado anunció que EEUU finalizó uno de los programas más cuestionados de la última década. El problema era sencillo: el régimen cubano bloqueó siempre la transmisión

Compartir
Compartir articulo

Este 8 de julio, el Departamento de Estado anunció que Estados Unidos finalizó oficialmente uno de los programas más ineficaces y ampliamente criticados de la última década: la transmisión de la mal llamada TV Martí desde una aeronave.

En la noticia, publicada en la revista Foreing Policy, se reconoce que desde su lanzamiento el programa se vio afectado por un simple problema: cada día que el avión voló, fue bloqueada su señal de transmisión, lo que significa que menos del 1% de los cubanos podían ver los programas de televisión.

Pero en septiembre del año pasado, The Washington Post había publicado una noticia que daba a conocer que el avión utilizado en las transmisiones de la señal de la televisión se encontraba estacionado en un campo de aviación en la zona rural de Georgia y se pagaba a un contratista 79.500 dólares al año para su custodia.

Según este periódico -y tal como recoge el sitio Cuba Debate-, Philip Peters, un ex funcionario de dos administraciones republicanas y ahora presidente del Centro de Investigación de Cuba en Alejandría, Virginia, dijo que "las emisiones del avión no tienen audiencia. Ellos la interfieren con eficacia desde su creación. Este avión es el último vestigio de una experiencia extraña en la televisión a través del Estrecho de La Florida".

En tanto, El Nuevo Herald informa que las operaciones de Radio y TV Martí habían sido cuestionadas por sectores gubernamentales desde hace años. Un informe de la Goverment Accountability Office enviado al Congreso en diciembre de 2011 instaba a la Junta de Gobernadores de Radiodifusión (BBG), una agencia federal independiente que supervisa a la OCB y otros medios estadounidenses internacionales, a entregar información adicional sobre su programa de Cuba, pues no se tenían "datos válidos" acerca de la audiencia de Radio y TV Martí ni sobre "la relación entre el costo y la efectividad de varios métodos de trasmisión".

En el reporte se menciona que entre 2003 y 2008, la BBG realizó encuestas telefónicas en Cuba y halló una audiencia semanal de menos del 2% entre la población adulta en hogares con líneas telefónicas fijas, la que se estimaba constituía un 20% de la población del país.

Siguiendo a Lynne Weil, directora de comunicación de la BBG, esta entidad había solicitado desde 2011 al Congreso terminar con el programa y redireccionar los dos millones de dólares de costo anual a otros medios más efectivos. Pero representantes cubanoamericanos habían insistido en mantener el avión de AeroMartí en operación, "si no por otro motivo, como símbolo. Fue cuestión de convencer a estos miembros del Congreso y esta vez la agencia prevaleció", concluyó.