Liberaron al director de un contratista de la FIFA detenido por reventa de entradas

Raymond Whelan fue arrestado ayer en Río de Janeiro y esta madrugada salió en libertad. Se espera un informe policial completo para procesarlo, que puede tardar 30 días. No podrá abandonar Brasil.

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Un ejecutivo de la proveedora oficial de paquetes de boletos del Mundial para corporaciones, sospechoso de participar en una operación de reventa de entradas, salió el martes por la madrugada de la prisión a la que se le trasladó horas antes.

Raymond Whelan, ejecutivo del grupo de empresas MATCH, fue detenido el lunes en el Hotel Copacabana Palace, donde se hospedan los principales dirigentes de la FIFA en Río de Janeiro.

La policía brasileña ha señalado que Whelan fue el "facilitador" del acceso a los boletos para una amplia red de revendedores. Las entradas se ofrecían después por precios muy superiores a los originales.

El abogado de Whelan, Fernando Fernandes, dijo a los reporteros que su detención fue "ilegal y absurda". Pese a la liberación, el ejecutivo no tiene permiso de abandonar Brasil.

La FIFA dijo el martes que espera a conocer los detalles de la investigación para pronunciarse y señaló que cooperará al máximo con las autoridades. El organismo no confirmó si se encontraron más entradas en la habitación de Whelan o si le retirarán la credencial del torneo.

"Queremos que el caso se resuelva rápido y que sea investigado hasta el final", aseguró Delia Fischer, portavoz de la FIFA. "Necesitamos conocer todas las pruebas".

Según la legislación brasileña, Whelan, de 64 años, sólo puede ser procesado por la fiscalía tras recibir un informe policial completo, que puede demorarse 30 días.

Las autoridades detuvieron a Whelan para interrogarlo tras el arresto de otras 11 personas, incluido el ciudadano argelino Lamine Fofana. La policía interceptó conversaciones telefónicas de Whelan, en las que supuestamente negociaba precios de venta con Fofana, a quien se acusa de ser el cabecilla de los revendedores.

En un comunicado, MATCH manifestó su plena confianza en la inocencia de Whelan, y afirmó que seguirá trabajando en su puesto: "Ray Whelan fue liberado de la custodia policial y ayudará a la policía con investigaciones posteriores", señaló el grupo de compañías. "MATCH tiene confianza absoluta en que los hechos determinarán que él no ha infringido ley alguna".

Durante años, Whelan ha sido ejecutivo del grupo MATCH, operado por los hermanos mexicanos Jaime y Enrique Byrom. Las empresas tienen contratos con la FIFA para organizar el hospedaje, viajes y servicios informáticos en la Copa del Mundo.

La subsidiaria MATCH Hospitality, especializada en hospedaje y boletos, pagó 120 millones de dólares a cambio de los derechos para vender más de 400.000 de estos paquetes a corporaciones en este Mundial.

En 2011, la FIFA amplió el contrato con Match Hospitality a los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022, incluyendo además las dos próximas ediciones de la Copa Confederaciones y la Copa del Mundo femenina.

"El acuerdo para todo el período cubre una garantía económica para la FIFA de 300 millones de dólares, así como una participación en los beneficios", dijo el órgano de gobierno del fútbol entonces. Asimismo, la FIFA elogió el contrato como una garantía en la lucha contra la "reventa de boletos".

El conglomerado de los hermanos Byrom es el accionista mayoritario de Match Hospitality. Un 5% está en manos de la agencia Infront Sports and Media, con sede en Suiza.

Infront —cuya filial Host Broadcast Services es dueña del contrato de producción televisiva de la Copa con FIFA— quiso desligar del caso de la reventa a su máximo responsable, el sobrino del presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

"Philippe Blatter no tiene cargo en Match Hospitality", informó la compañía un comunicado. "Infront está apoyando plenamente Match Hospitality en colaboración con las autoridades locales para investigar lo ocurrido".

Por otro lado, la Policía Federal de Brasil informó de la detención de un italiano y un francés, que dirigían juntos una agencia de viajes, en el aeropuerto de Sao Paulo el lunes.

Los detenidos portaban 48 entradas de partidos de semifinal y final que pertenecían a uno de los "grandes patrocinadores" del torneo, dijo la policía en un comunicado. La empresa patrocinadora no se identificó.