Honduras: escasas esperanzas de encontrar con vida a los mineros

Los expertos consideran que rescatar a los ocho obreros que aún permanecen atrapados es "bien difícil" por la deshidratación que estarían sufriendo bajo tierra. "Se siente el mal olor a cadáver", dijo un rescatista

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Las esperanzas de encontrar con vida a ocho mineros atrapados en el derrumbe de una mina artesanal de oro, ocurrido el miércoles en el sur de Honduras, se alejaban entre los socorristas, que suspendieron la búsqueda en la tarde del sábado.


"Suspendimos la búsqueda pero vamos a continuarla el domingo, explorando por otro túnel a ver si es posible sacar aunque sea los cuerpos", dijo a la agencia AFP el geólogo que dirige las operaciones, Aníbal Godoy.


Tres de los 11 mineros lograron salir con vida el viernes después de un rescate desesperado en el que los socorristas sacaron tierra y piedras con sus propias manos.


El accidente se produjo al derrumbarse uno de los túneles de las minas de San Juan de Arriba, municipio de El Corpus (departamento de Choluteca, a 160 km al sur de Tegucigalpa).


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Godoy, que fue contratado para rediseñar la estrategia de búsqueda, indicó que por el túnel por el que sacaron a los primeros tres "es imposible seguir excavando porque el riesgo es demasiado alto" para los rescatistas.


"Estaremos explorando por otro túnel pero primero vamos a ver las condiciones, si se facilita el trabajo", añadió.


Jimmy Munguía, un minero de 27 años, logró escapar con otros cinco compañeros minutos antes del derrumbe por estar trabajando cerca de la salida.


"Las piedras nos caían en la cabeza pero logramos salir. Estábamos excavando nuestra propia tumba, pero Dios nos ha dado otra oportunidad", declaró a AFP.


Como conocedor de la zona, Munguía colabora con otros mineros en las tareas de búsqueda de los ocho restantes. "Los vamos a sacar vivos o muertos", afirmó.


Mal olor en la bocamina

Godoy se reunió con más de 80 mineros que perforan la elevada montaña boscosa de árboles medianos y que conocen los recovecos de los túneles para elaborar un mapa de cómo se cruzan entre sí en las profundidades de hasta unos 300 metros.


"Calculamos que están atrapados entre seis y ocho metros" del lugar de donde fueron rescatados los otros tres, dijo Godoy.


El túnel por el que ya rescataron a tres mineros no puede seguir siendo excavado

El comisionado de Copeco, Moisés Alvarado, explicó que rescatar con vida a los ocho obreros "es bien difícil porque después de un tiempo el cuerpo humano no soporta la deshidratación".


Un mal olor comenzó a sentirse este sábado en la entrada de la mina, constataron periodistas de AFP.


"Desde largo se siente el mal olor a cadáver", dijo Rafael Maradiaga, quien trabaja en la mina en la sección de suministro de materiales, como piochas, palas y dinamita que utilizan los trabajadores.


"No vamos a dejarlos allí. Necesitamos de las personas que se sientan capaces, pero nadie va a trabajar más de ocho horas", instruyó Godoy a los socorristas.


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Los tres supervivientes rescatados el viernes relataron que en las primeras horas del accidente escucharon quejidos de los otros compañeros pero ya en la noche habían cesado.


Expertos chilenos

El miércoles empezaron las excavaciones a mano. Se internaron unos 100 metros por el túnel algunos de los mineros y más tarde se sumaron bomberos y especialistas salvadoreños y guatemaltecos.


La cancillería chilena anunció en un comunicado el envío de dos rescatistas y un experto que llegarían a Honduras para ayudar por la experiencia que tuvieron al liberar a 33 mineros que permanecieron atrapados durante 69 días a 700 metros de profundidad en una mina del desierto de Atacama.


Pero Godoy dijo que "la llegada de los chilenos se detuvo porque ya se había sacado a los tres sobrevivientes y no hay muchas esperanzas" de que estén con vida los otros ocho.


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Los socorristas "pueden venir de China, de donde sea; está muy complicado" el rescate, lamentó el experto.


Pero el rescatista de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Hugo Rodríguez, expresó a medios locales que, aunque se siente un mal olor que emana del túnel, "lo último que podemos decir es que las personas están fallecidas".


"Nosotros siempre tenemos que tener la esperanza de que esas personas están vivas y por eso el rescatista siempre se mantiene con una energía al 100 por ciento, no importa las condiciones y las horas en que se haya trabajado", afirmó al medio digital