La Corte Suprema respalda objeción religiosa de empresas para no pagar anticonceptivos

El máximo tribunal de EEUU decidió que las creencias religiosas de los empresarios les eximen de incluir anticonceptivos en el seguro médico de los empleados, requisito agregado por la reforma del sistema sanitario

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La

reforma sanitaria

, promulgada en 2010 y considerada el logro legislativo mayor del presidente

, estipula que casi todas las empresas con más de cincuenta empleados incluyan en sus seguros de salud el subsidio de los anticonceptivos.



La Corte Suprema falló así a favor de las firmas

Hobby Lobby,

una cadena nacional de venta de artesanías y manualidades cuyos dueños son

cristianos evangélicos,

y

Conestoga Wood Specialties,

que fabrica gabinetes y es propiedad de

menonitas.

Esta decisión ajustada, adoptada por cinco votos a favor y cuatro en contra, supone la primera vez que el alto tribunal dictamina que las empresas con ánimo de lucro pueden tener puntos de vista religiosos bajo la ley federal.



Esto implica que la Administración Obama habrá de hallar una alternativa para proporcionar métodos anticonceptivos a las mujeres que estén cubiertas por los seguros de salud de aquellas empresas que aleguen objeciones religiosas para hacerlo.



La anticoncepción forma parte de los servicios de prevención que se deben proporcionar sin cargo adicional en virtud de la Ley de Salud que promulgó Obama en 2010 y que el propio Tribunal Supremo ratificó dos años después, tras una serie de demandas y fuertes oposiciones.



"Las empresas en los casos que se nos presentan son sociedades anónimas cerradas propiedad y bajo el control de los miembros de una misma familia, y nadie pone en duda la sinceridad de sus creencias religiosas", explica la Corte en el fallo.



Por ello, el tribunal hizo hincapié en que el fallo se aplica sólo a las empresas que están bajo el control de unas pocas personas en las que no haya diferencia esencial entre las creencias religiosas de los propietarios de la empresa.



"Estoy decepcionada y profundamente preocupada por la decisión de hoy del Tribunal Supremo", dijo la presidenta del Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés), Debbie Wasserman Schultz en un comunicado.



"Gracias a la Ley de Asistencia Asequible, millones de estadounidenses han tenido acceso a los servicios preventivos sin costos de su propio bolsillo, incluyendo el control de la natalidad. (...) Casi el 60 % de las mujeres que usan anticonceptivos lo hacen por algo más que la planificación familiar", agregó Wasserman Shultz.



"Si la Corte Suprema no protege los derechos reproductivos de las mujeres, lo haremos los demócratas", advirtió el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.



Por el contrario, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano

, consideró el falló como "una victoria para libertad religiosa y otra derrota para una Administración que ha cruzado repetidamente los límites constitucionales en la búsqueda de sus objetivos de gobierno".



"La ley de salud del presidente sigue siendo un caos inviable y un lastre para nuestra economía. Debemos derogarla y promulgar mejores soluciones que comiencen con la reducción de los costos de atención de la salud de los estadounidenses", añadió Boehner.



El presidente del Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés), Reince Priebus, también aplaudió este fallo del Supremo "a favor de la libertad", dijo.



"El tema central de este caso era si el gobierno federal puede obligar a los estadounidenses a violar sus profundas creencias religiosas, y por suerte la Corte ha sostenido los límites adecuados en el poder del gobierno", agregó el republicano.



Priebus subrayó, además, que la decisión pone de manifiesto "lo intrusivo" de la reforma sanitaria de Obama, blanco de las críticas de los conservadores durante años.



"Es una política equivocada de un solo patrón para todos, que no sólo no arregla nuestro sistema de salud, sino que además pisotea nuestros derechos constitucionales. Los estadounidenses merecen un sistema de salud que les permita tomar las decisiones correctas por sí mismos, les dé más libertad, y nadie trate de usurpar sus derechos de la Primera Enmienda", concluyó Priebus.



La decisión, aunque no exime a grandes empresas, es un revés más para la Administración Obama y su reforma sanitaria, que ha sufrido un escollo tras otro en los últimos meses con los problemas de implantación de los nuevos mercados de seguros médicos.



Según un estudio del grupo Center for American Progress, en este país el coste del anticonceptivo de uso más común, la píldora, alcanza unos 1.210 dólares anuales incluyendo las visitas al médico y el suministro de las pastillas.



El costo del dispositivo intrauterino y su implantación es de unos 1.000 dólares cada cinco a diez años; las inyecciones anticonceptivas cuestan 590 dólares al año; el parche anticonceptivo unos 1.200 dólares anuales; el anillo vaginal 1.200 dólares y la esterilización quirúrgica 6.000 dólares.