Explosivas declaraciones de Gary Oldman en contra de Hollywood y a favor de Mel Gibson

se recibió de "

". Y hasta quizás se excedió un poco. No sólo a los ojos de sus críticos de

, sino a la vista del público y sus colegas. Es que el artista cargó contra la "

" de las estrellas de

, quienes, según señaló en una extensa entrevista, manejan "

".

El reportaje corresponde a la edición de junio de la revista Playboy (clic para leerla completa en inglés) y ya es un escándalo en los Estados Unidos y mucho más en el circuito actoral de la meca del cine. En un comienzo, "monosilábico" en las respuestas que dio el actor, el periodista lo consulta sobre su carrera, sus películas, la fulminante autocrítica que realiza sobre sus trabajos actorales y, finalmente, sobre sus colegas.

Oldman también es apocalíptico respecto del futuro de la humanidad. "Estamos sin brújula", sintetiza. Frases como "los mediocres están en su mejor momento"; "los realities son los museos de la decadencia social", se repiten tanto como sus conceptos. El actor parece no sólo escéptico sobre el futuro, sino absolutamente pesimista respecto del presente.

"¿Quién es el héroe de los jóvenes hoy? Algún idiota que no puede cantar o escribir, o que sacude su trasero frente a un chico de 11 años", sentenció el artista que coprotagonizó la última saga de Batman como el Capitán Gordon. Y sigue: "Tengo dos hijos (...) y lo que traté de hacer recientemente es introducirlos en las grandes películas de los 70, una por una. El Padrino (...) y los trabajos de Lindsay Anderson, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Gene Hackman, Al Pacino, John Cazale, Peter Sellers", luego de que uno de ellos criticara a Robert De Niro por considerarlo alguien de edad avanzada.

Oldman también fue consultado acerca de su adicción al alcohol.

Playboy: Demi Moore lo sacó de su adicción, ¿no es cierto?

Oldman: Sí, Demi... adorable Demi. Sigo agradecido. En marzo se cumplieron 17 años desde mi último trago.

Y también se mostró en contra de la legalización de las drogas: "Es tonto. No estoy de acuerdo". Y agregó: "Para mí, el problema es conducir. La gente en Colorado conduce drogada. Eso es lo que me preocupa. Oye, si quieres consumir cocaína, heroína, marihuana... está bien para mí. Lo único que me preocupa son los chicos detrás de las ruedas de los autos en movimiento".

Consultado acerca de los problemas de adicción de colegas que trabajaron junto a él, Oldman respondió con crudeza: "Aun cuando trabajes con gente de manera muy cercana, no sabes realmente cómo son en su casa. En el exterior, alguien como Philip Seymour Hoffman parece un profesional feliz. Tiene hijos, trabajaba con gente interesante... pero uno nunca sabe realmente".

Finalmente, Oldman deja entrever lo que siente de algunos de sus colegas de Hollywood, luego de ser preguntado acerca de los escándalos antisemitas protagonizados por Mel Gibson. "Creo que lo políticamente correcto es una mierda", respondió el actor. "(Gibson) estaba borracho y dijo unas pocas cosas, pero todos las decimos. Somos todos unos malditos hipócritas. Eso es lo que creo. ¿El policía que lo arrestó nunca usó la palabra nigger (modo despectivo de llamar a los afroamericanos en EEUU) o 'ese maldito judío'? La hipocresía me vuelve loco". "Es un paria, un leproso", añadió el actor respecto del trato que recibe ahora el productor de Corazón Valiente.

Oldman también tuvo tiempo para referirse al papa Francisco: "¡Al diablo con el Papa!", dijo al tiempo que se reía y ponía sus manos en su cabeza. "Esta entrevista va a hacerme sonar como un intolerante".

Playboy: ¿No es intolerante?

Oldman: No, sólo que defiendo a la gente equivocada.

Playboy: Los lectores sacarán sus propias conclusiones.

Oldman: Es lo deshonesto lo que más me frustra. No puedo soportar el doble estándar. Está en mi piel.

"Más y más, las personas en esta cultura tienen que esconderse detrás de la comedia o la sátira para decir cosas que comúnmente no podrían decir, porque todo es demasiado políticamente correcto", sentenció.

A pedido del periodista David Hochman, el actor se extendió en su concepto: "Si llamo a Nancy Pelosi 'put...' -y tengo un insulto mejor: 'una maldita inservible put...'-, no puedo en verdad decirlo. Pero Bill Maher y Jon Stewart pueden y nadie los frenará. Bill Maher puede decirle a alguien 'maricón' y salir con él. Le dijo a Seth MacFarlane que tenía que estar en los Oscars 'pese a ser lesbiana'. No puede decir algo así. Es más o menos tan ofensivo como Alec Baldwin diciéndole a alguien en la calle 'maricón'", dijo en defensa del entredicho que su colega había tenido en una calle con un transeúnte.

"En los Oscars, si tú no votas por Doce años de Esclavitud, eres un racista. Tienes que tener mucho cuidado acerca de lo que dices. Tengo puntos de vista y opiniones que la mayoría en esta ciudad no comparte. Pero nada que ver con 'soy fascista' o 'soy racista'", dijo Oldman.