El tribunal deliberó durante cuatro horas el martes antes de encontrar culpable a Jason Mitchell, de 25 años de edad, por asesinato en primer grado y robo a mano armada a Sean Taylor, ex jugador de fútbol americano de los Washington Redskins, en 2007. Mitchell fue inmediatamente condenado a cadena perpetua.
La fiscalía calificó al condenado como "el cerebro" del plan para robar la casa de Taylor en Miami después de que con anterioridad vio grandes cantidades de dinero en el domicilio del ex jugador de la NFL.
De acuerdo a la investigación del caso, los condenados y otras tres personas del área de Fort Myers pensaban que Taylor, que estudió en la Universidad de Miami (UM), estaba jugando en un partido de los Redskins cuando penetraron en su casa, pero en realidad se encontraba en su domicilio debido a una lesión.
El hombre, quien según las autoridades hizo el disparo fatal, Eric Rivera Jr., de 23 años, fue encontrado culpable el año pasado por asesinato en segundo grado, y sentenciado a 57 años de prisión.
Otros dos detenidos esperan proceso y uno más ya se declaró culpable por asesinato en segundo grado y robo.