Previo al encuentro con Peres y Abbas, el Papa pidió rezar por la paz en Medio Oriente

En su habitual Ángelus de los domingos, el Sumo Pontífice señaló que "la oración lo puede todo". Cómo será la histórica reunión con el presidente israelí y el líder palestino

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 AP 163
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Este domingo el papa Francisco realizará un gesto histórico en el Vaticano al reunir para una inédita plegaria por la paz en Medio Oriente al presidente israelí Shimon Peres y al líder palestino Mahmud Abbas.

Ante los miles de fieles que asistieron el domingo al ángelus en la plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice agradeció a todos los que han rezado y siguen rezando "tanto personalmente como en comunidad" por el encuentro entre Peres y Abbas, desatando fuertes ovaciones.

"La oración lo puede todo" escribió en la víspera el Papa en Twitter donde pidió rezar "por la paz en Medio Oriente y en el mundo".

El acto, que incluye oraciones, meditaciones y música, se celebrará en un lugar neutral, los jardines del Vaticano, al aire libre y sin símbolos religiosos.

El líder palestino Abbas calificó de "valiente" la iniciativa del Papa tras considerar que "el sueño de alcanzar la paz no debe morir", aún si "desgraciadamente el poder ejecutivo en Israel está ahora en manos de opositores a los acuerdos" de paz, aseguró en una entrevista al diario La Reppublica.

Por su parte, el presidente Peres, de 90 años, quien termina su mandato en julio, recalcó que el nuevo gobierno palestino nace con "una contradicción", ya que "no se puede cohabitar en un mismo Estado con un sector a favor del terrorismo y otro contrario".

"No se puede tener en una misma taza el agua y el fuego", comentó el premio Nobel de la Paz (1994) a la prensa poco antes de viajar hacia Roma.

El papa argentino, cuya popularidad crece entre católicos, judíos y musulmanes, lanzó de forma inesperada durante su viaje en mayo a Tierra Santa esta audaz iniciativa con el deseo de acercar a israelíes y palestinos, particularmente distanciados tras el fracaso en abril de las negociaciones de paz.

"Será como una pausa de la política para contemplar el conflicto israelí-palestino desde lo alto", explicó el custodio de Tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa.

El religioso recalcó que no se trata de una "oración interreligiosa" y que cada uno rezará según su confesión para invocar la paz.

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Un programa minucioso, con oraciones, meditaciones y música

Peres, que llegó a Roma el domingo por la mañana, será el primero en acudir al Vaticano, hacia las 18.15 hora local (16.15 GMT). Un cuarto de hora más tarde lo hará Abbas, proveniente de Egipto.

Los dos líderes viajan acompañados por delegaciones de entre 15 y 20 personas, entre ellas representantes de las religiones presentes en ambos países.

Peres y Abas serán recibidos en la sencilla residencia de Santa Marta, donde vive Francisco, y no en el palacio apostólico como suele ocurrir en las visitas oficiales.

Luego, junto con el patriarca de Constantinopla, Bartolomeo I, se trasladarán a pie a través de los jardines hacia la Casina Pío IV, no muy lejos del Museo Vaticano.

Allí se desarrollará la ceremonia, dividida en tres actos.

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En cada uno de ellos se ofrecerá una oración -primero judía, luego cristiana y por último musulmana- de agradecimiento por la Creación, se pedirá perdón por los pecados cometidos y por último se invocará la paz.

Todos los momentos serán precedidos por música, interpretada en vivo, que permitirá a los asistentes recogerse en meditación.

Los judíos rezarán en hebreo, los cristianos en inglés, árabe e italiano y los musulmanes en árabe.

El Vaticano publicó el sábado los textos de las oraciones y de las invocaciones para evitar sorpresas.

"Cada delegación escogió sus textos. Todos saben todo de todos. La transparencia es total", explicó uno de los organizadores.

Entre los invitados a asistir a la ceremonia figuran el rabino Abraham Skorka y el profesor musulmán Omar Abboud, argentinos, amigos de Francisco, quienes lo acompañaron durante su visita a Jerusalén.

El encuentro público se cerrará con un "gesto común de paz": los tres se darán la mano y luego plantarán juntos un olivo, símbolo de la paz.

Al final, el Papa tiene previsto un breve encuentro a puerta cerrada con los dos presidentes, antes de que abandonen el Vaticano.