Ramón Díaz puso fin a una relación que fue turbulenta desde el inicio de sus días

La reciente decisión de Ramón Díaz de alejarse de River sorprende porque desde que el riojano se consagró en el Torneo Final 2014, y luego le puso la frutilla con el triunfo ante San Lorenzo en la Copa Campeonato, nadie dudaba por su continuidad. Sin embargo, al analizar fríamente es una crónica de una muerte anunciada, con un desenlace que estuvo a punto de concretarse en varias oportunidades y desde hace mucho tiempo. VIDEO

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No fue Rodolfo D'Onofrio, quien desde que asumió le marcó la cancha siempre. Tampoco Enzo Francescoli, con quien nunca tuvo una afinidad, aunque tampoco intentaron maquillar. Fue por su propia decisión. Ramón Díaz presentó la renuncia como entrenador de River y la bomba estalló.

Una bomba que se había detonado desde que la nueva comisión directiva ganó las elecciones en diciembre pasado. Porque se supo antes, durante y posterior a los comicios, que Rodolfo D'Onofrio no tenía en los planes a Ramón Díaz.

Primero le marcó la cancha por el millonario contrato heredado de la gestión de Daniel Passarella. A tal punto que el propio riojano debió aclarar la cuestión en conferencia de prensa afirmando que su amor por River no tiene precio.

Y no terminó allí, porque siguió con las presiones durante un campeonato que con su irregularidad y mal comienzo, dejó al DT muchas veces contra la cuerda floja. D'Onofrio en varias entrevistas dejó en claro que no había que vivir del pasado y también lo ratificó en su cuenta de Twitter.

Pero en esta también Ramón salió muy bien parado, ganando el clásico y llevando al equipo al logro de un campeonato tras seis años.

No caben dudas que era una matrimonio por conveniencia, que nunca llegó a tener afinidad, ni aún en sus mejores momentos deportivos. Pero seguro que en este momento nadie se esperaba la salida de Ramón y menos por su propia decisión.

Los motivos son muchos. Todo lo antes mencionado, la idea de vender para equilibrar las finanzas, los pocos refuerzos que llegarían y los ex jugadores que regresarían y tendrían que tener su lugar, pese a no tener la mejor relación. Un gran ejemplo es el de David Trezeguet.

Hace algunos días, y en relación a los nuevos objetivos, Ramón Díaz había asegurado en conferencia de prensa que al plantel se lo debía reforzar. De inmediato, D'Onofrio aclaró que no es el DT el que tenga la última palabra.

Un tiempo atrás, tras las polémicas declaraciones de Ramón a favor de "Los Borrachos del Tablon", barrabrava de River, también se había dado un cortocircuito importante. Al presidente le molestó tanto que estuvo a punto de pedirle su renuncia.

Como sucedió en todos estos meses, fue una relación de tire y afloje. Pero da la sensación que Ramón Díaz es el que terminó mejor parado y dejó muy comprometida a una dirigencia que ahora deberá buscar un entrenador que se adapta al nuevo proyecto.