Por la inseguridad, el oficio de herrero sin licencia es el más rentable de La Habana

El precio de la reja para proteger la vivienda no baja de 50 CUC. Se ha convertido en una necesidad para los cubanos protegerse con hierros. El gobierno no les concede a los herreros el permiso de trabajador

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Un alto porcentaje de la población de Cuba vive entre rejas por temor a los ladrones, especialmente en La Habana.

Se procura que en estas rejas no queden separaciones por donde se puedan introducir niños, que suelen ser utilizados por los ladrones.

Estas rejas, que pueden ser artísticas o tan rústicas como las de una cárcel, suelen ser costosas – su precio no baja de 50 CUC, el salario íntegro de dos o tres meses de trabajo-, pero se han convertido en una necesidad. Así, los herreros hacen zafra. Su justificación es que los materiales que utilizan solo se pueden conseguir en el mercado negro a precios muy elevados. Para colmo, el gobierno no les concede licencias de trabajador por cuenta propia.

Aunque los medios oficialistas no se refieren a ello, la población sabe que en los últimos años los delitos van en aumento.

La seguridad de las familias no la garantiza la policía, PNR, y menos los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Hay un "cederista" en cada cuadra, pero en vez de velar por la seguridad de los vecinos, solo se ocupan de informar a la policía quienes son desafectos a la "Revolución", si se relacionan con extranjeros o si venden o compran carne de res.