Cuba: activista denuncia que el castrismo limita los viajes al exterior por mal comportamiento

Manuel Cuesta Morúa, uno de los líderes más relevantes del movimiento pro democracia, fue acusado de difundir noticias falsas contra la paz internacional y tiene una medida cautelar que le prohíbe moverse tanto dentro como fuera del país

Compartir
Compartir articulo

En diálogo con el portal Cubanet, Manuel Cuesta Morúa, reconocido activista por la democracia en Cuba, hizo referencia a su momento actual y a la posibilidad que tienen los residentes de la Isla de viajar al exterior desde el año pasado.

Actualmente, el líder cubano se encuentra a la espera de un juicio y bajo una medida cautelar a la que define como "parte del castigo psicológico al que estamos expuestos los activistas". Esto sucede luego de que en enero de este año fuera apresado y acusado de "difundir noticias falsas contra la paz internacional" antes de comenzar la cumbre de la Celac. La Justicia le limitó la capacidad de movimiento, tanto a lo interno del país como al exterior.

A pesar de esto, Morúa considera que los viajes al exterior son "fructíferos" para la democracia: "Conocer la realidad exterior, difundir la nuestra y viabilizar apoyo a nuestros proyectos es influir en los acontecimientos. Escuché decir que desde el que gobierno cubano hizo esta apertura, en enero del 2013, hasta hoy, se han producido más de 400 salidas, si bien algunos activistas han repetido varias veces".

Desde que se habilitaron los viajes hasta el día de hoy, el activista describe que hubo salidas por "becas, eventos políticos, sociales y académicos así como también cursos de capacitación de corta duración". A estos viajes les suma encuentros de un nivel más político como cuando Berta Soler y Guillermo Fariñas se encontraron con Barack Obama en Miami.

Consciente de la importancia que implica poder salir de la Isla, Morúa explica cómo debe ser el comportamiento de los cubanos para aprovechar al máximo los viajes: "Obtener la mayor cantidad posible de contactos con personas influyentes en el terreno políticos, económico, social, culturales, en dependencia de para lo que fue invitado, y siempre en función de la democratización de Cuba. No exportar conflictos interpersonales, ni intergrupales. Manifestar proyecciones colectivas, más allá de intereses individuales. Ser plural e inclusivo y enfocarse en abrir puentes a otros colegas que sostengan proyectos a favor de nuestra causa".

A pesar de esto, el líder democrático sabe que el mayor desafío es poder aplicar y comunicar todo lo vivido en el exterior cuando se vuelva a Cuba:

"Todas las experiencias hay que consensuarlas con los compañeros, y ponerlas en práctica siempre que se adecuen a la realidad, contexto y problemática nuestra, y hacerlo con madurez cívica".