El reto de Moyano y Barrionuevo: buscan una movilización "original" que salga del molde acartonado

El camionero y el gastronómico se embarcaron en un nuevo desafío como es marchar a la Plaza de Mayo. Será el miércoles 14 de mayo. Las consignas de esta nueva movilización son: inseguridad e inflación. Micheli se aleja

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 NA 162
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Acto 1) Moyano y Barrionuevo convocan a una marcha opositora.

Acto 2) La CGT oficialista silba bajito.

Acto 3) El Gobierno los ignora olímpicamente, a todos.

¿Cómo se llama la obra?

A estas alturas, debería estar ya consensuado el nombre de una pieza que viene representándose puntualmente en todo lo que va del año, aún con pequeñas variaciones de libreto; sin demasiadas perspectivas de sucesos extraordinarios que permitan presagiar que este entremés vaya a caer de cartel en el corto plazo.

Sin entregar casi nada a cambio, al Gobierno todavía le alcanza para mantener a distancia a la media docena de grandes grupos en los que actualmente se divide la dirigencia sindical argentina. La unidad gremial hoy sólo depende de un albur.

Vista la probada impermeabilidad de la administración K a las demandas de origen sindical, sean presentadas por las buenas o por las malas, el espacio de Moyano y Barrionuevo se ha embarcado ahora en un nuevo desafío: marchar a la Plaza de Mayo el miércoles 14 del mes próximo a llevar sus voces de protesta contra la pobreza, la inflación y la inseguridad.

Antes que nada, el camionero y el gastronómico midieron que no les alcanzaba para repetir otra jornada de paro general tan próxima a la última huelga. Asado de por medio, resolvieron entonces copar la Plaza de Mayo y presentar la movida como parte del plan de lucha aprobado contra el Gobierno.

Quedarán para otra oportunidad entonces los paros de 36 y 48 horas que predice Hugo Moyano hijo como una única respuesta posible al mutismo de la doctora Kirchner frente a "las necesidades de los trabajadores".

En cualquier caso, se trata de un reto realmente la movilización para el frente que han armado el camionero y el gastronómico. Tienen muchos deberes que hacer si realmente aspiran a "un acto distinto, original, que se salga del molde acartonado", como le confió a Infobae un vocero calificado del moyanismo, con la expectativa puesta en sumar a muchos ciudadanos de a pie, por lo general poco afectos a las concentraciones sindicales.

Tienen tiempo hasta el plenario que harán el 30 de este mes para presentar ideas originales, que se salgan de las clásicas demostraciones de fuerza de camioneros y de otros gremios con poder de movilización, mientras dirigentes sindicales se desgañitan con sus discursos a grito pelado.

En el convencimiento de que la escenografía jugaría un papel clave, estudian variantes: que no haya oradores o en todo caso darle la palabra a "hijos de trabajadores" para que expresen "la realidad que les toca vivir". Habrá que ver qué más se les ocurre.

A sabiendas que una mayoría de encuestados no supo precisar las razones del reciente paro, pese a los altos niveles de adhesión conseguidos, también será determinante la comunicación que hagan los convocantes sobre las consignas de esta nueva movida.

Moyano elaboró un particular ensayo para vincular inseguridad e inflación: "Una te quita la vida, la otra el salario", filosofó.

Todo por el mismo precio, las dos centrales volverán a ¿compartir? en la calle una jornada de protesta con la militancia de los sectores más radicalizados de la izquierda local, que en cada protesta de la ortodoxia sindical ven la oportunidad de llevar agua para sus molinos. En la calle Azopardo naturalmente nadie quiere que las agrupaciones de izquierda vuelvan a quedarse con parte del protagonismo, como ya ocurrió con los piquetes del 10 de este mes.

El que ya se bajó de esta parada fue el estatal Pablo Micheli, líder de la rama combativa de la CTA. Consiguió bastante presencia durante el último paro con su impronta alternativa. Puso un matiz, sentado en la CGT con Moyano y Barrionuevo a su lado. Pero se ve que no fue suficiente para que el líder camionero lo sumara a la mesa de las consideraciones.

"Todo se resolvió a nuestras espaldas...Pero fuera de eso, que no me extraña ni me enoja, la verdad es que no entendemos muy bien esto de pasar de una huelga a una marcha cuando no fue atendido ningún reclamo", puntualizó Micheli a Infobae.

En esa línea, informó que la CTA anti K hará su propia movilización al Congreso, el 8 del mes que viene, para repudiar el proyecto de ley del kirchnerismo que regula la instalación de piquetes. Por cuerda separada, Micheli se mostró esperanzado con lo charlado esta semana con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.

"Desmintió a Caló, que había dicho que la Corte no se iba a pronunciar más sobre cuestiones de libertad sindical. También me aseguró que el Alto Tribunal no va a convalidar ninguna legislación que criminalice la protesta social", dice que dijo Lorenzetti.

Del lado del oficialismo, se va poniendo vieja y repetitiva la caracterización de inminente que los voceros del sector le asignan, semana tras semana, a la hipotética decisión oficial de alivianar el manotazo de Ganancias sobre los salarios. Así, se "estudia" según Capitanich, elevar el mínimo no imponible. La misma demora sufre la iniciativa para que los trabajadores vuelvan a cobrar las asignaciones familiares.

Pero no hay precisiones de nada. Intriga en la CGT de Caló especialmente si el llamado impuesto al trabajo se reducirá fijando un piso salarial más alto que el actual o se instrumentará un régimen de reducción por escalas.

Otro dilema que no llega a dilucidar es de orden político. Esperan respuestas de la Rosada al pedido de esa central para ocupar los dos casilleros que dejó libres Moyano en el Consejo Nacional del PJ al romper con Cristina. Si el Gobierno da luz verde, quedaría el camino expedito para que Caló pase de su actual puesto de secretario gremial al de vicepresidente del máximo órgano partidario del peronismo.

El Gobierno, mientras, ha logrado encarrilar el tema de los acuerdos salariales. En líneas generales, casi todos los gremios cerraron sus paritarias, en porcentajes que en casos contados superan el nivel del 30 por ciento. Bastante lejos de lo que se palpitaba cuando el combo devaluación-inflación dejó tras de sí la devastación.

¿Será por eso que el Gobierno evita dar a conocer los actuales niveles de pobreza?, ¿coincidirá la medición oficial con las del sindicalismo, que habla de un tercio de la población?

Ahora, el Gobierno pone fichas en la aprobación de la ley contra la informalidad laboral de reciente presentación. "Tratar este proyecto el 30 de abril en el Senado sería una buena forma de empezar el día de los trabajadores". El copyright de la frase corresponde a Carlos Tomada, ministro de Trabajo.