La CTA de Micheli le da la espalda a Moyano y Barrionuevo: marchará en soledad el 8 de mayo

El dirigente convocó a una movilización una semana antes de la prevista por las dos CGT opositoras. "Esperaba una medida más fuerte tras el paro", remarcó. La izquierda, crítica con el dirigente camionero, aún duda sobre su participación

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Con la huelga del pasado 10 de abril, la CGT Azopardo y la Azul y Blanca mostraron sus músculos. Quedó en evidencia el poder de paralización de sus sindicatos. Pero también recibieron críticas de espacios no oficialistas, con seguridad un efecto no deseado. Como si quisieran seducir a esa clase media que rechazó el paro, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo llamaron ayer a una marcha a Plaza de Mayo contra la inseguridad, un tema que figura al tope de las preocupaciones en las encuestas.

"Esta vez la convocatoria es amplia por el tema de la inseguridad. Nadie vive tranquilo", explicó el líder camionero ayer al anunciar la movilización para el 14 de mayo. Sin embargo, en esta ocasión el dirigente y su colega gastronómico parecen haber perdido el respaldo de quienes semanas atrás los acompañaron.

Pablo Micheli, el líder de la CTA disidente, resolvió este jueves no participar de la marcha. En cambio, hará la suya el 8 de mayo. "Los reclamos serán los mismos por los cuales hicimos el paro", anticipó en diálogo con la agencia DyN. Y mencionó una eventual norma antipiquete, la reforma de la ley de asociaciones sindicales por la libertad sindical, un salario mínimo de 9.000 pesos, el 82% móvil para los haberes jubilatorios y la eliminación del Impuesto a las Ganancias (a los asalariados).

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"Una cosa es participar de un paro con la CGT que representa a los trabajadores y otra, de una movilización en la que sólo participa la militancia sindical", dijo Micheli para argumentar la decisión de marchar solo. "No es una marcha multisectorial que puede movilizar a 50 o 100 mil personas; es la militancia sindical", insistió.

El titular de la CTA reconoció que, tras la huelga, esperaba "un plan de lucha que significara un paro de 36 horas con movilización, es decir, una medida más fuerte y no una medida de menor magnitud".

En tanto, la izquierda evalúa por estos días qué hará el 14 de mayo. Los piquetes que llevó adelante en la jornada de huelga le valieron cuestionamientos por parte de Moyano y Barrionuevo, y ahora el acompañamiento a la marcha está en duda.

Gabriel Solano, del Partido Obrero, reconoció que podrían participar. "Eso no quiere decir que estemos de acuerdo con las políticas que está llevando adelante Moyano", advirtió hoy en diálogo con el programa Trifecta Informativa en radio Splendid.

"Con los piquetes no solo se garantizó que sea efectivo, sino que se marcó nuestra propia identidad por fuera de Hugo Moyano y su programa. Si nos sumamos a esta nueva marcha, vamos a ir con nuestras consignas, creo que él usa la consigna de la inseguridad para articular su marcha con sectores de derecha", añadió.