ESPAÑA '82: El mejor plantel de la historia quedó muy lejos de la gloria

Quizás no todos recuerden la proximidad del 12° campeonato mundial de fútbol con el cese del fuego en la Guerra de Malvinas. El 13 de junio de 1982, la Selección, que iba a defender el título, se presentaba en España. Un día después, la hemorragia se cortaba en la Isla, dejando un saldo de 649 soldados argentinos caídos, más 255 británicos y algunos civiles. Tal vez la ebriedad y ceguera producida por el poder, llevaron al pobre Leopoldo Galtieri a pensar que quedaría en el pedestal junto a otros próceres de la historia argentina. Y sin lugar a dudas quedó marcado, aunque por haber dejado un país devastado. Margaret Thatcher aprovechó la ocasión y aseguró su reelección en el Reino Unido, haciendo uso de sus tropas profesionales contra las tan poco preparadas como valientes nacionales.

El esperado debut tuvo lugar en el Camp Nou de Barcelona. El equipo lucía la base del campeón de 1978, pero arribaba a la Península con más experiencia y engranaje. Encima, se le habían sumado algunos valores interesantes del elenco juvenil del '79, que había dado la vuelta en Japón de la mano de César Luis Menotti. Un Diego Maradona que era traspasado al Barça en ese entonces por una cifra récord para la época, Ramón Díaz, Gabriel Calderón y Juan Barbas.

El contrincante era Bélgica, que venía con interesantes pergaminos después de haber dominado y finalizado como líder de su grupo en las Eliminatorias. Claro, además de Irlanda y Chipre, en el mismo estaban nada menos que Francia (se clasificó segunda) y Holanda (eliminada en esa fase). La sorpresa fue generalizada: con un gol de Vandenbergh, los belgas daban la nota y ponían de rodillas a una de las potencias e hipotéticos candidatos a levantar el trofeo un mes después.

Hubo que hacer una fuerte autocrítica en el vestuario porque el segundo compromiso marcaba que la "Albiceleste" iba a chocar en Alicante con Hungría, que venía de meterle 10 goles a El Salvador. Un empate ponía en jaque las chances de avanzar de ronda y una caída, precipitaría la eliminación. Los gritos en privado surtieron efecto. Fue un paseo, 4 a 1, con una actuación descollante de Diego, que estuvo intratable. Uno fue de Bertoni, otro de Ardiles y un doblete del '10', que ofreció sus primeras pinceladas. El score, contundente, pero los números podrían haber sido mayores.

En el mismo escenario, cinco días después, casi pasaría desapercibido el rendimiento del equipo que se sacó de encima el partido con los salvadoreños al vencerlos por un módico 2-0, producto de las conquistas de Passarella –de penal- y Bertoni. No brilló y el entrenador, dueño de uno de los procesos más extensos y que quedaron grabados a fuego en la historia del fútbol nacional, argumentó que los rivales solamente se habían dedicado a "destruir", complicando la tarea propia.

La segunda colocación en el Grupo C llevó a la Argentina a la Zona 3 de la siguiente instancia. En la misma estarían Brasil, que venía con puntaje perfecto, e Italia, que había empatado en sus tres encuentros. El 'Catenaccio' de la Nazionale fue demasiado para los criollos. Maradona sintió el rigor de la marca insoportable de Gentile (la peor y más sanguinaria 'personal' sufrida por Diego junto a la del peruano Reyna en las Eliminatorias posteriores) y la roja al "Tolo" Gallego enterró las ilusión de empate generada por el descuento de tiro libre del "Kaiser", tras los tantos de Tardelli y Cabrini, que llevarían al primer triunfo a los "Azzurros", en Sarriá (estadio del Espanyol de Barcelona).

El 1-2 significó un cimbronazo grande para la Selección, que se veía obligada a ganar frente a Brasil para aspirar a pasar a las Semifinales. Menotti mantendría a Fillol en el arco, resguardando a Olguín, Galván, Passarella y Tarantini. En el medio, Ardiles, Barbas (sustito del expulsado "Tolo") y Kempes por la izquierda, sumándose al ataque con Maradona, Bertoni y Calderón. Un equipo que fue conformado para pensar pura y exclusivamente en quedarse con los dos puntos y esperar al desenlace en el duelo final entre los italianos y brasileros. Pero las cosas saldrían todas al revés.

Falcao, Toninho Cerezo, Zico y Sócrates desplegaron su fútbol y anularon a una Selección apática, que terminó despidiéndose por la puerta de atrás. Zico, Serginho y Junior fueron los verdugos "verdeamarelhos", que dejaron con la frustración a cuestas a los nuestros. Muchos esperaban más de la figura de Diego, que encima lleno de impotencia, le dio un planchazo a Batista a falta de pocos minutos para el final, situación observada por el mexicano Vázquez, que lo mandó a las duchas antes de tiempo. Sólo quedaría espacio para el grito de Ramón Díaz, suerte de 'desquite'.

De ser campeona, Argentina pasó a quedar 11° en el Mundial de España, por detrás de la línea de países como Austria e Irlanda del Norte. El ciclo del "Flaco" Menotti terminó abruptamente y no como todos hubieran querido, después de encontrar una identidad y haber bautizado las vitrinas más prestigiosas del fútbol argentino. Para Diego, la redención llegaría 4 años después.

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• Arqueros:

2. Héctor Baley (Talleres)

7. Ubaldo Fillol (River)

16. Nery Pumpido (Vélez)

• Defensores:

8. Luis Galván (Talleres)

14. Jorge Olguín (Independiente)

15. Daniel Passarella (Fiorentina - Italia)

18. Alberto Tarantini (River)

19. Enzo Trossero (Independiente)

22. José Van Tuyne (Racing)

• Mediocampistas:

1. Osvaldo Ardiles (Tottenham)

3. Juan Barbas (Racing)

5. Gabriel Calderón (Independiente)

9. Américo Gallego (River)

10. Diego Maradona (Barcelona)

12. Patricio Hernández (Estudiantes)

13. Julio Olarticoechea (River)

21. José Valencia (Talleres)

• Delanteros:

4. Daniel Bertoni (Fiorentina – Italia)

6. Ramón Díaz (Nápoli – Italia)

11. Mario Alberto Kempes (River)

17. Santiago Santamaría (Newell's)

20. Jorge Valdano (Zaragoza – España)