Aunque sea ateo, rece; es la única manera de salvar a Independiente

Después de lo visto en Misiones, ya no quedan dudas que por más que el ascenso esté 'ahí' parece imposible alcanzarlo desde lo futbolístico. Por eso no quedan más opciones que entregarse a alguna fuerza sobrenatural que pueda dar una mano. ¿Místico? Por favor, ¡ni pronuncie esa palabra!

Compartir
Compartir articulo
infobae

Independiente te deja sin análisis. Sin explicaciones. Básicamente, te deja sin palabras. El rendimiento del equipo no se puede describir. El momento del club, mucho menos. Las sensaciones que te recorren por el cuerpo al ver cada partido de este equipo generan que conozcas nuevos estados de ánimo.


¿Odio? ¿Bronca? ¿Lástima? ¿Impotencia? Repito: no hay palabras. Es insoportable esta situación. Y este club es un quilombo, rememorando lo que dijo De Felippe la fecha pasada. El único que está poniendo la cara en este momento es Mancuello. Sí, el zurdo putea a todos porque nadie pone 'huevos'. Nadie más.


Que el pasto está alto. Que el árbitro se tiene que hacer un fondo de ojos porque vio todos los fouls mal. Que cuatro jugadores que fueron echados de clubes más importantes porque no 'servían' nos pintaron la cara. Que no nos sale una. Y sí, el cosmos se congenió contra nosotros, a esta altura ya no quedan dudas. Pero quedarse en esa mirada sería de tacaño.


Las distracciones nos están fagocitando. ¿Esta vez? No, todas las fechas. Una vez más el equipo parece empezar a dibujar a mano alzada un boceto de reacción, viene el 'nene malo' del curso, le hace un 'bollito' a la hoja y la tira a la basura. Pero no se queme la cabeza. Desde este espacio dimos vueltas y más vueltas para buscar una solución y no la hay. Es lo que tenemos.


Estos son los nombres. Aunque tenga en cuenta que el 'Pinti' Álvarez no es más que Penco, se lo aseguro. Tampoco Enzo Bruno supera en nivel a Pisanito, eh. Y así con cada uno de los nombres que aparecen en la mayoría de los planteles de la B Nacional. Pero a la hora de verse los 'pingos', el partido se transforma en Independiente-Resto del Mundo. Y ahí jugamos con el pasto alto en todos los estadios, sea la cancha de Villa San Carlos o el LDA. Las piernas pesan como si hubieran estado levantando bolsas de cal para terminar de construir esa promesa de estadio que nos dejó Comparada y que se encargó de profundizar Cantero.


Sabiendo todo esto, le consultamos: ¿Es ateo? Tómese una licencia: rece a la deidad que usted crea conveniente. Pídale por la vuelta a Primera; arrodillado si es necesario. El ascenso analizado desde los números es factible aún. Faltan ocho fechas, estamos a dos de los puestos de ascenso, tenemos a Instituto por delante. No es inalcanzable. Obvio, si no se mira lo futbolístico. Pero no se ponga 'Místico', ya sabe como terminan las cosas cuando se atraviesa esa palabra.


A esta altura, esto parece cuando ibas a la calesita de chico y el dueño te mostraba la sortija, y cuando estabas por alcanzarla te la sacaba, facilitándosela a otro. Pero bueno, cuando eras chico perdías en la calesita, pero ganabas en la cancha. Porque Independiente, en ese entonces, seguía siendo Independiente. Pobre los chicos de ahora, que se crían viendo esto. Espero que el 'calesitero' tenga compasión con ellos y les dé la sortija, porque ellos, adentro de la cancha, parece que no van a ganar nunca.