Una multitud en el Vía Crucis de la Ciudad

La tradicional recreación del camino de Jesús hacia la cruz partió desde la Plaza Lorea, en Congreso, y terminó en Plaza de Mayo, frente a la Catedral Metropolitana

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La tradicional recreación del camino de Jesús hacia la cruz partió desde la Plaza Lorea, en Congreso, y terminó en Plaza de Mayo, frente a la Catedral Metropolitana

El tradicional Vía Crucis de la ciudad de Buenos Aires, organizado por el Arzobispado porteño y la Asociación de Amigos de la Avenida de Mayo, se realizó este viernes desde la plaza de Lorea, cerca del Congreso, hasta la Catedral Metropolitana.

En la procesión a lo largo de la Avenida de Mayo los participantes llevaron dos cruces gigantes, de doce metros de largo, seis de ancho y 140 kilos de peso.

La celebración contó con la presencia del arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, e integrantes de las colectividades extranjeras que viven en el país, simbolizando la universalidad del sacrificio de Jesús, entre otros.

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La recreación se movilizó por las diez cuadras de la Avenida de Mayo, con breves interrupciones en las 14 paradas del Vía Crucis que recuerdan la pasión de Jesucristo. En cada parada, se leyó una reflexión del papa Francisco.

La tradicional recreación del camino de Jesús hacia la cruz partió desde la Plaza Lorea, en Congreso, y terminó en Plaza de Mayo, frente a la Catedral Metropolitana

En la cuarta estación del Vía Crucis, cuando Jesús se encuentra con su madre, se sumó a la procesión una imagen de 1870 de la Virgen de los Dolores que pertenece a la Iglesia de la Piedad y que fue adquirida en España y donada por el plantel de la Selección argentina que se coronó campeón del mundo en 1986.

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La columna de cientos de personas llegó a las 22.00 a la Plaza de Mayo, donde se hizo la representación de la crucifixión, a cargo de un grupo de actores y con una escenografía especial.

En ese momento, la Catedral lució colmada de gente y luego se levantó la figura del Cristo crucificado, que fue velado con rezos en el altar mayor.