El 27 de enero de 2013, en una proveeduría del parque Campos de General Acha, al sur de la provincia de La Pampa, Andrés "El japonés" Padín -en presunto estado de ebriedad- le reclamó airadamente a Villalba un celular que decía haber perdido en ese lugar y se quejó porque la cerveza que le habían servido no estaba lo suficientemente fría.
El comerciante, también borracho y molesto porque le ahuyentaba la clientela, lo increpó. Ambos forcejearon y el dueño del local recibió dos trompadas y dos puntazos, uno de los cuales le atravesó el corazón y lo mató.
Padín, quien ya tenía antecedentes y estuvo prófugo en las 48 horas siguientes al hecho, fue condenado el 20 de diciembre pasado a 20 años de prisión por "homicidio simple", según la sentencia que dictó el tribunal de audiencia de juicio –integrado por Carlos Mattei, Carlos Besi y Florencia Maza–.
Pero ahora la polémica se instaló en La Pampa: el Tribunal de Impugnación Penal redujo la pena de cárcel a 14 años. Los jueces Filinto Rebecchi y Carlos Flores argumentaron el "probable" estado de ebriedad del asesino; para ellos fue "desproporcionada" la condena inicial impuesta a Padín.
Cabe recordar que el abogado defensor, Hugo Luis Vercellino, apeló la sentencia de primera instancia: pidió que se redujera la condena "al mínimo de la escala penal" y que se calificara el hecho como "homicidio preterintencional".
Los jueces Rebecchi y Flores rechazaron el cambio de carátula y tampoco aceptaron una "incorrecta valoración de la prueba". Sin embargo hicieron lugar -parcialmente- al recurso presentado, al juzgar "desproporcionada" la pena otorgada a Padín porque no se tuvo en cuenta el estado de ebriedad que "probablemente" afectaba al condenado, según informa el diario Clarín.
La esposa de la víctima se quejó: "¿Dónde está la Justicia? Por confiar en los jueces nos pasa esto. Mis hijos no pueden ver más a su padre. Confiaron en la Justicia para eso, pero hoy no tengo respuesta".