Un empate acorde a la apatía de este 'pobre' equipo

Luego del triunfo ante Vélez, se esperaba un buen sprint final de campeonato y que, por lo menos, este pésimo plantel de jugadores que lleva la camiseta de Racing termine de manera decorosa el certamen. Sin embargo, ellos ya no pueden ni con sí mismos.

El 1-1 frente a Olimpo fue la nada misma. Un resultado insulso, insípido. Es decir, el fiel reflejo de este apático equipo, de estos jugadores sin alma, carácter ni personalidad. Era un partido ideal para acentuar la levantada (en cuanto a los resultados, no en lo concerniente al juego). Sin embargo, volvieron a fallar. Como tantas veces. Una vez más, y van...

El partido fue malo, muy malo. Champagne por un lado, y Saja por el otro fueron meros espectadores, ya que ninguno de los dos equipos (sin dudas, de los peores del campeonato) generaron situaciones de gol. Igualmente, el encuentro se abrió por un grosero error de Zuculini (ya tendrá su párrafo especial) que supo capitalizar Valencia con una carambola. Luego, como consecuencia de una jugada perdida en el área, Racing pudo llegar al empate gracias a Campi.

Luego de esto, el trámite fue de pésimo para abajo. Los bahienses jamás quisieron llevarse algo más que un empate. ¿Y Racing? Quiso, pero no pudo. O mejor dicho, no supo cómo. Este mal equipo que dirige Merlo no tiene la más mínima idea de cómo vulnerar a un equipo que se defiende. Carece de juego colectivo. En pocas palabras: juega muy mal.

La defensa no tuvo sobresaltos, pero volvió a quedar en claro que Cahais no puede jugar más. El mediocampo (excepto De Paul) es de lo peor que se ha visto en Racing en los últimos años. Está al nivel de los 21 equipos que juegan con Independiente en la B Nacional. Ni Villar (juega en una quintita, es intrascendente), ni Campi (hace todo mal, sólo lo salvan los goles que hace), ni Zuculini (ya tendrá su párrafo especial), pueden seguir siendo titulares a partir de junio. ¡Son malos jugadores!

Y arriba está lo mejor. Pero que como consecuencia del pésimo nivel colectivo, no es usufructuado. De Paul está jugando muy bien y desequilibra siempre; aunque "Mostaza" se empecina en dejarlo solo. Viola es potente; mientras que Vietto es el distinto.

Sin embargo, el nulo juego de Racing atenta contra ellos. Por decisiones de Merlo, Racing juega a no jugar. No propone. No genera. No tiene intenciones. No muestra trabajo colectivo. No tiene jugadas preparadas de pelota parada. Y esto es, sin dudas, responsabilidad del entrenador.

Todo esto se volvió a ver con Olimpo, un rival carente de todo tipo de jerarquía individual. Fue un punto. Un magro punto. Pero con este equipo que deshonra la gloriosa historia de esta camiseta, sumar ya no es poca cosa.

ZUCULINI, UN PÁRRAFO APARTE...
El hermano de Franco decidió no hablar más con la prensa por el artículo que salió publicado en PLAYFUTBOL y que hacía mención a los problemas internos en un plantel que es el peor de la temporada de Primera División. El joven mediocampista se molestó y se inclinó por no tener contacto con el periodismo, que es ni más ni menos que el interlocutor entre el protagonista y la gente.

En esa nota se habló de una realidad existente y de las cuales los jugadores nunca se responsabilizan. En Racing, hay problemas; aunque Bruno Zuculini quiera ocultarlos.
Igualmente, tantos o más problemas, Racing tiene dentro de la cancha. Y aquí, Zuculini es uno de los principales responsables.

Jugó todo el torneo muy mal, pensando más en junio que en el presente (¿sabrá que la venta al Manchester City está más lejos que cerca?) y con una notoria falta de actitud. Así fueron todos los partidos. Incluso este con Olimpo, donde le 'regaló' el gol a los bahienses y tuvo que ser reemplazado en el comienzo del complemento.