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"Todo lo que hacemos en el transcurso de los días permite que se vea claramente las dos caras de Venezuela: una que quiere prosperar en paz y una minoría que cree y recibe importantes recurso del exterior para mantener las guarimbas (barricadas), ataques nocturnos, quema de escuelas y servicios públicos", aseguró Nicolás Maduro en una reunión con funcionarios del Gobierno.
El presidente prometió encarcelar a los "fascistas" que atacan el país: "Hoy voy a mostrar esos dos mundos: el del trabajo, positivo, del amor, que cree en la patria, de la Venezuela mayoritaria; y la otra cara que muestran los medios de comunicación de la burguesía nacional y el mundo de la Venezuela violenta, que toma el camino equivocado de la violencia, minoritaria", explicó el primer mandatario.
Según el presidente venezolano, "por la vía del caos y la violencia pretenden imponer un gobierno de extrema derecha que acabe con los derechos constitucionales y que sencillamente ponga de rodillas al país ante los factores económicos imperiales".
El bolivariano volvió a aprovechar la oportunidad para atacar al gobierno de EEUU: "Aspiramos a que, más temprano que tarde, desde EEUU haya una rectificación histórica sobre sus políticas injerencistas. La derecha extremista sale a aplaudir al senador Rubio, que nos llama 'patio trasero de Estados Unidos', eso es una ofensa a la dignidad de Venezuela y de América Latina, y el senador llamando a la intervención directa de EEUU porque somos su patio trasero".
En otro polémico comentario, comparó su suerte con la de Saddam Hussein en Irak. Según el presidente, EEUU estaría buscando excusas, "como cuando inventaron lo de las armas de destrucción masiva en Irak" para sacarlo del poder. "Obama, tenga cuidado, que puede modificar las relaciones con América Latina por los próximos 40 años", interpeló a su par estadounidense.
Hace casi dos meses que la población venezolana comenzó a salir a las calles para exigir cambios en las políticas de gobierno. Piden medidas contra la inseguridad, apertura democrática y mejoras en la economía de un país que vive en crisis permanente (desabastecimiento de alimentos e inflación). El gobierno de Maduro ha replicado cada movilización con represión y persecución a los dirigentes opositores.