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Siria informó a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) que terminará de evacuar las 1.200 toneladas de agentes químicos recién en mayo. Por lo tanto, no llegará a tiempo para ejecutar la eliminación de la totalidad del arsenal químico para antes del 30 de junio, plazo que había acordado con la OPAQ y las Naciones Unidas, debido a que el proceso de destrucción toma 90 días.
Las sustancias químicas deben ser transportadas desde el puerto sirio de Latakia hacia el puerto italiano de Gioia Tauro, donde serán cargadas en un buque de la marina estadounidense equipado para destruirlas.
El régimen de Bashar Al Assad responsabilizó a los rebeldes de la demora, ya que argumentó que la falta de seguridad provocada por los ataques opositores durante la guerra civil ha retrasado la evacuación.
El 6 de febrero, el Consejo de Seguridad de la ONU había enviado una firme advertencia, aunque sin ultimátum, al régimen sirio para que agilizara el transporte de su arsenal tóxico. El organismo votará el viernes una nueva resolución sobre el país, aunque el texto demandará el fin de los bombardeos aéreos sobre áreas urbanas y que se permita el trabajo de las agencias humanitarias.
El acuerdo para la destrucción de las armas químicas fue alcanzado con el aval de los gobiernos de los Estados Unidos y Rusia como un medio para evitar un enfrentamiento internacional. En agosto del año pasado, las fuerzas sirias llevaron a cabo un ataque químico que causó cientos de muertos.
La crisis en Siria comenzó en marzo de 2011. Se estima en 140.000 el número de muertos desde el inicio del conflicto, mientras que la cantidad de refugiados y desplazados se cuenta de a millones. En enero y febrero, se llevaron a cabo dos rondas de negociaciones entre representantes del Gobierno y de la oposición, con la participación de la comunidad internacional, para encontrar una salida política, aunque no hubo mayores avances.