La FIFA y los encargados del Mundial Brasil 2014 hacen todo lo posible para que Curitiba conserve su condición de sede en el torneo y son horas decisivas para solucionar sus atrasos en la construcción de su estadio.
El secretario general Jerome Valcke se encuentra en el país anfitrión y mañana resolverá si la ciudad ubicada en el sur y su estadio Arena da Baixada están en condiciones de recibir los cuatro partidos que se le asignaron en el sorteo de la competencia.
La FIFA presentó un ultimátum a los organizadores locales el mes pasado y fijó el martes 18 de febrero como plazo para demostrar que las obras estarán listas a tiempo.
Valcke dijo que el gobierno brasileño, las autoridades de Curitiba y el estado de Paraná trabajan con el comité organizador para asegurar que "una ciudad especial, en términos de sustentabilidad y pasión por el fútbol, permanezca en la Copa del Mundo".
Las autoridades locales insisten que han cumplido con todos los requisitos y garantizaron que el estadio estará listo a tiempo para sus partidos del Mundial en junio. En caso de no pasar el proceso de admisión, se podría confirmar a Natal como reemplazante.
El estadio de Curitiba tiene el primer juego programado para el lunes 16 de junio y es el duelo entre Irán y Nigeria. Además, es el escenario del Honduras-Ecuador del 20 de junio, del Australia-España del 23, y su último compromiso sería el Argelia-Rusia del 26. Todos partidos de la fase de grupo.
El enviado de FIFA, que también visitará Brasilia, ya estuvo en la ciudad amazónica de Manaos, donde la semana pasada ocurrió la tercera muerte de un obrero en menos de un año, y elogió el avance de la construcción.
"Se cuestionaba la capacidad de Manaos para estar lista, nos preguntaban el por qué de haber elegido esta sede, que era muy calurosa... Por eso, es muy positivo estar en Manaos y ver el gran trabajo que se ha hecho aquí", dijo Valcke al sitio web de la FIFA.