Argentina, el país de Latinoamérica con más inscriptos a uno de los mayores exámenes de inglés del mundo

Pese a los elevados costos, el país lidera el ranking de alumnos anotados al First Certificate in English de la Universidad de Cambridge, uno de los principales títulos de inglés de las pruebas que acaban de cumplir cien años

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En una de sus tantas entrevistas, Jorge Luis Borges recordó que, en su juventud, era signo de distinción que supieran francés los hijos de las familias aspirantes a cierto status social. En algún momento de la primera mitad del siglo XX, sin embargo, el inglés pasó a ocupar ese lugar. Hoy, cincuenta años después de esa afirmación, sus palabras siguen vigentes. Tras una breve caída por la crisis del 2001, Argentina volvió a liderar el ranking de alumnos inscriptos a uno de los mayores exámenes de inglés del mundo, el First Certificate Exam in English (FCE) de la Universidad de Cambridge.

Aunque por razones de confidencialidad el instituto británico no puede revelar la cifra exacta de personas anotadas, la directora de Desarrollo Regional para América, Jo Raskin, confirmó a Infobae que son "varias decenas de miles de estudiantes al año" los que se inscriben para rendir el examen reconocido por un gran número de entidades educativas, empresarias y gubernamentales del mundo.

Si bien tuvo algunas caídas, marcadas especialmente por la Guerra de Malvinas y la crisis de 2001, Argentina recuperó en el 2012 el puesto de "mayor mercado de los Cambridge ESOL's (exámenes de inglés hechos por Cambridge para hablantes de otras lenguas) en Latinoamérica", según publicó la propia universidad en el libro Cambridge English examsThe first hundred years lanzado con motivo del centenario celebrado en 2013. Aunque con distintas facilidades de pago, hoy en día, cada uno de los inscriptos paga un promedio de 1.700 pesos para poder sentarse a rendir la prueba, a lo que debe sumarse además la cuota de los profesores o institutos privados que suelen utilizarse como preparación para la prueba.

"Durante las crisis en Argentina hay primero una caída en el número de inscriptos, pero inmediatamente después se produce un alza. Creo que tiene que ver con la idea de las familias de darle a sus hijos la oportunidad de un futuro mejor", explicó Jo Raskin a Infobae durante la visita a las instalaciones de la universidad.

En ese examen inicial – que certifica un "nivel intermedio alto del idioma con habilidad para desenvolverse en una gran variedad de situaciones" – el país tiene también uno de los mayores porcentajes de alumnos aprobados del continente, con un 72% de postulantes que obtienen entre la nota máxima (A) y la mínima requerida para pasar (C). Por encima, sólo se encuentra Brasil, con el 77 por ciento.

infobae

La seguridad en tiempo de filtraciones

Basta una rápida búsqueda en Google para encontrar más de un centenar de sitios que prometen entregar las respuestas del examen gratis o a cambio de dinero. Muchos de ellos son meras estafas. Otros, apenas las pruebas de años anteriores, cuyas preguntas nunca son reutilizadas.

Sin embargo, a mediados del 2013 Cambridge debió suspender en Pakistán una ronda del International General Certificate of Secondary Education(Igcse) – otro de los exámenes ofrecidos por la institución – luego de que se detectara que los verdaderos resultados habían sido filtrados. "Esta no fue la primera vez que hubo una brecha de seguridad, pero las anteriores habían sido en una escala mucho menor. Este tipo de filtración es muy inusual. En el pasado nunca nos había sucedido. Mejoraremos nuestra seguridad, es nuestra responsabilidad", señaló en ese momento el director de los exámenes internacionales de Cambridge, Michael O'Sullivan.

Desde aquel entonces, reforzaron aún más los controles del proceso de confección de sus exámenes. Los mismos se realizan en unas instalaciones de más de 18 mil metros cuadrados en las afueras del campus de la universidad británica. Cámaras de seguridad, empleados identificados con tarjeta, lectores de huellas digitales y zonas de acceso restringido son parte de los dispositivos de seguridad incluidos en el gigantesco depósito que Infobae tuvo la oportunidad de visitar.

La imprenta que allí se encuentra se encarga no sólo de realizar los más de ocho millones de exámenes para las distintas pruebas ofrecidas por Cambridge en 170 países del mundo. Para evitar que un solo ejemplar pueda salir del depósito, cada hoja de papel es contada, identificada con un código de barra y envuelta en plástico con su propio sello de seguridad. En sus instalaciones, también, más de 90 millones de páginas de exámenes ya rendidos son almacenadas y escaneadas antes o después de su corrección.

En la planta aseguran que sus exámenes pasan por estándares de seguridad similares a los de la fabricación de billetes y documentos. Tras los casos de WikiLeaks y Edward Snowden, reconocen sin embargo que nada puede garantizar que no habrá nuevas brechas. Confían, sin embargo, en que los controles escalonados de seguridad puedan frenar la filtración antes de que comience el examen, como sucedió en Pakistán.