Frente a la masacre en el aniversario de las revueltas, Egipto adelantó las elecciones

Egipto celebrará elecciones presidenciales a mediados de abril y antes de las legislativas, según anunció este domingo el presidente interino Adly Mansur. Se trata de un calendario electoral que favorece al general Al Sisi, jefe del ejército que derrocó al mandatario Mohamed Mursi y nuevo hombre fuerte del país.

El calendario de transición se informó un día después de la conmemoración del tercer aniversario de la sublevación que derrocó a Hosni Mubarak, en la que murieron al menos 49 personas. Este domingo reinaba la calma en El Cairo, a pesar de que los opositores habían convocado una nueva jornada de manifestaciones.

Los expertos estiman que la organización de las presidenciales antes de las legislativas favorece en principio al general Al Sisi, quien no oculta sus aspiraciones presidenciales. Incluso varias figuras políticas han anunciado que no se presentarían para enfrentar al general de 59 años, cuyo retrato está en todas partes del país.

Se considera que celebrar las presidenciales primero podría tener un impacto en los resultados de las legislativas, porque los candidatos al parlamento harán hincapié en sus vínculos con el presidente electo para ganar votos.

El sábado, las conmemoraciones por el tercer aniversario de las revueltas en Plaza Tahrir contra el dictador Mubarak se transformaron en manifestaciones a la gloria del general Abdel Fatah Al Sisi. Y los detractores de las nuevas autoridades, liderados por Hermanos Musulmanes y movimientos estudiantiles que estuvieron en primera fila durante la revolución de 2011, fueron dispersados violentamente por la policía.

Tras 24 horas de violencia, al menos 49 personas perdieron la vida, sobre todo en El Cairo y Alejandría, la segunda ciudad del país. Fuentes oficiales señalan que unos 1.079 manifestantes fueron arrestados.

Las nuevas autoridades egipcias llevan a cabo una implacable represión de cualquier manifestación de la oposición desde que el ejército destituyó y detuvo al presidente islamista Mohamed Mursi hace siete meses.

Paralelamente, los medios de comunicación locales emiten regularmente propaganda a la gloria del ejército y denigran sistemáticamente a la cofradía que había ganado todas las elecciones democráticas desde el derrocamiento de Mubarak.

Desde agosto de 2013, más de 1.000 personas murieron en la represión del ejército y miles de miembros de los Hermanos Musulmanes, incluyendo la mayoría de sus dirigentes, fueron encarcelados. Muchos de ellos, incluido Mursi, están siendo juzgados y podrían ser condenados a muerte.