La noche en que Rafael Nadal soñaba con consagrarse como campeón del Abierto de Australia para igualar a Pete Sampras con 14 títulos de Grand Slam y luego de un 2013 en el que no pudo jugar el torneo por lesión terminó por ser sólo congoja (y dolor) para el mejor del mundo por la lesión que sufrió en la espalda en el comienzo del segundo set.
El partido duró apenas 2 horas y 21 minutos. Los 12 puntos seguidos que Stanislas Wawrinka, el campeón, ganó entre el final del primer set y el comienzo del segundo dieron cuenta de que algo estaba sucediendo, pero fue la zurda que Rafa dejó en la red en su game de saque cuando el partido estaba 2-0 en el segundo set que confirmó que el español estaba en problemas.
Nadal ya no fue Nadal por el resto del torneo aunque sus vestigios complicaron a Wawrinka por momentos, llegando incluso el español a ganar el tercer parcial aún cuando no podía sacar (varios de sus servicios quedaban en la red) y cuando prácticamente no podía moverse por el dolor.
Los llamados al médico y al fisio poco pudieron hacer. El retiro era una posibilidad latente en cada punto pero "Rafa" no se dio por vencido ni siquiera cuando hacía un esfuerzo para contener las lágrimas. La noche en la que Nadal soñaba con reconquistar Melbourne, terminó siendo una pesadilla.