Brasil: piden justicia por los 242 muertos en el incendio de Kiss

Familiares, amigos y sobrevivientes de la tragedia en la discoteca, una de las peores de la historia del país, marcharon en las calles de Santa María. En una semana, se cumplirá un año

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La movilización organizada por familiares, amigos y sobrevivientes de la tragedia en la discoteca Kiss, donde murieron 242 personas -en su mayoría, jóvenes-, se realizó este lunes por la mañana en Santa María, en el estado Río Grande do Sul. Los manifestantes reclamaron justicia por los fallecidos el 27 de enero de 2013, cuando se registró uno de los peores incendios de Brasil.

Tras la marcha, unas 300 personas participaron en una misa en la basílica Nossa Senhora Medianeira, en la que se recordó a las víctimas de la tragedia. "Recuerdo bien lo que el papa Francisco me aconsejó el día 27 de julio, cuando se completaron seis meses: 'Abrazar la cruz, seguir a Jesús e ir para adelante'", dijo el arzobispo Helio Rupert durante la misa, según consigna la agencia EFE.

Rupert recordó que el Papa comprendía la situación porque, en diciembre de 2003, sucedió en Buenos Aires una tragedia similar, en la que murieron 194 personas. "Francisco me dijo que conocía nuestro dolor por lo que sucedió en la Argentina", afirmó.

La caminata y la misa marcaron el inicio de una serie de conmemoraciones organizadas por la Asociación de Familiares de las Víctimas y Supervivientes de la Tragedia de Santa María (AVTSM). El aniversario de la tragedia es el próximo lunes.

 AFP 163
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Una trampa mortal

El incendio en Kiss comenzó el 27 de enero a la madrugada, durante el concierto del conjunto Gurizada Fandangueira. Una bengala fue lanzada al techo, que se prendió fuego de inmediato. El material quemado generó un gas tóxico que provocó la mayoría de las muertes.

La mayoría de las víctimas fatales eran estudiantes

Las pericias policiales revelaron que el lugar no cumplía con las disposiciones necesarias, que tenía en su interior a más personas de las permitidas y que las salidas de emergencia estaban bloqueadas. Si esto no hubiera sido así, se habrían salvado decenas de vidas.

Los miembros de la banda y los dueños de la discoteca están acusados de homicidio por la tragedia de Santa María, una ciudad habitada principalmente por jóvenes estudiantes, que fueron -en efecto- la mayoría de las víctimas fatales. Nadie ha sido procesado todavía.