La guía más completa para tener una piel perfecta

La piel de la mujer suele presentar algunos problemas: acné, celulitis, rosácea, arrugas y estrías, entre otros. Esto no solo suma años sino que también resta belleza, incomoda, avergüenza e incluso puede afectar la vida social. Revertirlo con mínimos cambios es posible

Compartir
Compartir articulo
  162
162

La piel es el órgano más grande el cuerpo humano, y su función es la de protección y aislamiento. Su aspecto dice mucho de nosotras, porque es un símbolo tanto de belleza como de salud. Así es que puede señalar juventud, lozanía y suavidad o, por el contrario, deterioro y envejecimiento. Cada una es responsable de cuidar su envase más preciado porque las acompañará durante toda la vida. Hay opciones simples para lograrlo, incluso durante el verano, tal como lo explicó a Infobae la Dra. Leyla Abboud (MN 100051),  médica clínica especialista en estética.

Un rostro fresco, limpio y terso da una apariencia no solo juvenil, sino también cuidada. La cara siempre está expuesta a las miradas de los otros, y es una parte del cuerpo que cuenta mucho de la persona, junto con las manos. De un vistazo, proporciona una imagen de nuestro arreglo y pulcritud personal, que luego se traslada al resto de nuestro aspecto.

Así es que un rostro con acné, con restos de maquillaje, con arrugas profundas o rosácea muestra una piel cansada, deteriorada, manchada, con poca limpieza, opaca y sin vida. Por eso, con respecto al maquillaje, lo ideal es retirarlo a diario, y limpiar el rostro hasta que quede libre de grasitud e impurezas, exfoliar la piel para quitar las capas superficiales y renovarlas, y usar cremas y tónicos acordes al tipo de piel.

Por otra parte, la limpieza y la alimentación sana son fundamentales para controlar el acné, que no solo se produce en adolescentes sino también en mujeres adultas. En estas últimas, el tipo de piel, los factores endocrinológicos y el estrés juegan un rol preponderante en los brotes acneicos. La rosácea también suele desencadenarse por estrés, aunque otros de los factores que influyen son la menopausia y el consumo de alcohol.

En el caso de las arrugas y la flaccidez facial, si bien ambas son consecuencia de la edad y resultan inevitables con el paso del tiempo por la pérdida de colágeno, las arrugas específicamente son causadas también por el sol, por las expresiones y por hábitos cotidianos, como por ejemplo, fumar.

Hace algunos años, una publicidad de un producto anticelulítico preguntaba ¿qué piel tenés? ¿Piel de naranja o piel de durazno? Así, la textura de la piel quedó expuesta y diferenciada inmediatamente. Por supuesto, ninguna quiere tener piel de naranja, con pocitos e imperfecciones. Pero la preciada piel de durazno, suave, lisa y pareja, no es solo una consecuencia de las afortunadas de la genética, sino un gran esfuerzo por una vida saludable, con comidas naturales, ejercicio, mucha ingesta de agua; evitando el alcohol y el cigarrillo.

A su vez, las estrías son otras de las grandes enemigas. Suelen presentarse por los cambios corporales en el peso, en el aumento y en el descenso. Y uno de los cambios más significativos que se producen en el cuerpo de una mujer se da en el embarazo, en el que la piel del abdomen se estira y luego puede no volver a su estado natural, presentando estrías.

Por otra parte, las arañitas en las piernas (telangiectasias) suelen ser un problema de las más jóvenes, mientras que las várices son frecuentes en mujeres de mayor edad. Ambas suelen aparecer como consecuencia de un trastorno circulatorio, que debe ser abordado para evitar edemas, pesadez y hormigueos. Esta patología es el resultado de la obesidad, el sedentarismo, los embarazos, la toma de anticonceptivos y la predisposición genética.

El sol, las altas temperaturas, el cloro y las sales del mar suelen secar la piel del rostro y del cuerpo. Por eso, esta es una época en la que hay que prestarle mayor atención y darle algunos cuidados extras:

  • Es fundamental una buena hidratación a través de la ingesta de      agua, jugos naturales y frutas, pero también por medio de cremas      hidratantes que contengan vitamina E.
  • También      es importante usar protector solar adecuado al tipo de piel (para      rostro y cuerpo), geles post solares y cremas con vitaminas A y E.
  • Es      adecuado proteger las zonas en las que haya manchas o lunares con      bloqueadores solares para no agravar la patología.
  • Del      mismo modo, es conveniente evitar el sol en las zonas en las que se presente una infección cutánea, y también hacerlo si estamos tomando      algún tipo de antibiótico, porque la piel se vuelve más sensible y esto      puede provocar manchas.

Muchas mujeres creen que en el verano no es posible realizarse tratamientos en la piel por el sol, el calor, la cantidad de sesiones, etc. Si bien esto es cierto en parte, hay algunos tratamientos que sí pueden hacerse en estos meses:

Para la piel del rostro:

Botox: es el relleno ideal para combatir arrugas faciales, y uno de los más utilizados en todo el mundo. Corrige arrugas leves y profundas, y también las previene. Con el transcurso del tiempo se reabsorbe y, por este motivo, requiere de nuevas aplicaciones.

Hilos tensores: tienen el efecto de un "lifting sin cirugía". El avance de la edad trae aparejada la inevitable flaccidez, con signos muy visibles a nivel facial. En los casos más avanzados, es muy difícil volver a tensar la piel facial sin la ayuda de los hilos tensores. Son ultrafinos e invisibles, el procedimiento es rápido y sin hematomas.

Mesolifting: se aplica por medio de microinyecciones con sustancias que rejuvenecen la piel de rostro. Hidrata, brinda luminosidad y a la vez tonifica. Combate arrugas y líneas de expresión de manera indolora.

Ácido hialurónico: Se utiliza para borrar arrugas, logrando una piel tersa y rejuvenecida. A través de infiltraciones pequeñas, se coloca en el rostro de la paciente una versión "densa" o una versión "fluida" de este producto. El plus de este relleno es que también se usa para borrar secuelas de acné.

Electrolifting: a través de corrientes eléctricas se realiza la tonificación de los tejidos, para levantar y tensar la piel del rostro, evitando tanto la flaccidez como las arrugas. Es recomendado para levantar cejas, pómulos, y también para eliminar las bolsas de los párpados y arrugas del cuello.

Peeling: se usa para tratar el acné, la rosácea y sus manchas características. Se realiza en forma manual en invierno (a través de químicos) o mecánica en verano (a través de microdermoabrasión con punta de diamante) para exfoliar capas de piel y así regenerarla.

Luz pulsada. A través de este procedimiento mecánico, la paciente logrará una piel suave por medio de la estimulación de colágeno. Es recomendado para tratar la rosácea porque con el láser se atenúan las arañitas y el enrojecimiento facial.

Para la piel del cuerpo

Ozonoterapia: es un tratamiento para reducir las várices por medio de la aplicación de ozono. El ozono favorece la circulación, porque mejora el flujo sanguíneo y oxigena la sangre, previniendo la nueva formación de várices y arañitas. Además, puede transportar oxígeno incluso a los capilares más pequeños.

Carboxiterapia: da resultados óptimos y las pacientes que la han probado advierten las diferencias porque la celulitis es cada vez menos perceptible. Consiste en inyectar el gas del dióxido de carbono en la piel, generando cambios en la textura.

Radiofrecuencia: activa las fibras de colágeno y elastina, y así corrige visiblemente la textura. El plus es que además de influir en la calidad de la piel, reafirma y modela zonas corporales que tienden a la flaccidez y a la acumulación de adiposidad. Se utiliza para celulitis en grado leve.

Plasma enriquecido con factores de crecimiento. La piel queda tersa y la celulitis, incluso la más marcada, se atenúa visiblemente. Se realiza una extracción de sangre de la propia paciente, que se centrifuga para separar el plasma y luego reintroducirlo en la piel afectada por medio de microinyecciones. Se utiliza para celulitis avanzada.

Mesoterapia: es la técnica que utiliza microinyecciones que incorporan en la piel colágeno y elastina. De este modo, el tejido cutáneo se recupera, se tensa y renueva su apariencia.

Electroestimulación con ondas rusas: combate la flaccidez que provoca la celulitis por medio de ventosas con electrodos que envían pequeñas descargas eléctricas para generar contracción muscular, dando firmeza y tonificación.

Drenaje linfático manual: su función es la de activar vasos y ganglios linfáticos con el objetivo de provocar la eliminación del exceso de líquido. Se realiza en forma suave y de manera muy específica, cuidando la piel de la paciente.

Presoterapia secuencial: actúa realizando un procedimiento similar al del drenaje linfático pero en forma mecánica, con un sistema de botas neumáticas que se inflan y desinflan. De esta manera se eliminan líquidos y también grasas que se despiden en la orina, y al mismo tiempo se modelan las piernas y se mejora la circulación.


Cuidar lo más grande

La piel nos protege y nos cuida de los factores externos, como el frío y el calor. A ella llegan los nutrientes que ingerimos y las bebidas con las que nos hidratamos, pero también recibe las toxinas del cigarrillo, el alcohol, y la comida poco saludable con la que nos alimentamos. Los cambios en la piel se inician desde adentro hacia afuera respetando un ciclo de depuración.

*Asesoró: Dra. Leyla Abboud (MN 100051),  médica clínica especialista en estética.