De Vido aseguró que "relacionar la calidad del servicio con las tarifas es un planteo extorsivo"

La relación entre el Gobierno y Edesur sufrió un nuevo cortocircuito. El jueves el jefe de Gabinete Jorge Capitanich instó a las prestadoras a solucionar los problemas y les atribuyó toda la responsabilidad por los cortes que se registraron en distintas zonas del país. El funcionario  amenazó, además, con tomar el control del servicio si no lo hacían.

La vocera de esa compañía, Alejandra Martínez, recogió el guante y sostuvo que la calidad del servicio se ve dificultada por las actuales tarifas. "Que la tarifa de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires sea la más baja de toda Latinoamérica, está marcando que hay una dificultad. Es muy difícil que se pueda prestar un servicio de calidad y que pueda mantenerla", indicó Martínez en diálogo con Radio 10.

Las declaraciones de Martínez tuvieron una réplica inmediata. Quien salió al cruce fue Julio de Vido, que calificó el planteo de "inadmisible". "Es una expresión de índole extorsiva en momentos de tan alta demanda por la ola de calor que ya dura 10 días y que afecta a gran parte de nuestro país, cuando además todavía hay clientes de esta compañía que no han recuperado el suministro", lanzó.

"En vez de realizar expresiones altisonantes, lo que debe hacer la compañía es mejorar el servicio y los costos", destacó el ministro, y sostuvo que "relacionar la calidad del servicio con las tarifas es un planteo inadmisible y extorsivo, y el Gobierno no va a admitir ningún tipo de extorsiones".

En un comunicado, De Vido señaló que  "las empresas distribuidoras de energía están obligadas a prestar un servicio en consonancia con lo que plantea el contrato de concesión, o sea corte cero, y con los parámetros de calidad adecuados, más allá de cualquier otra circunstancia, porque para eso están a cargo de un servicio público y firmaron un contrato". Y agregó: "Si no pueden prestar el servicio, el camino es el que indicó el jefe de Gabinete de Ministros".