Merlo es el nuevo entrenador de Racing: "Hay que trabajar anímicamente al plantel"

"Mostaza" concretó su regresó a la "Academia", donde iniciará su tercer ciclo como entrenador. Firmó contrato hasta diciembre de 2014. El domingo lo verá de afuera y hará su debut ante Vélez por la fecha 12 del Inicial

Compartir
Compartir articulo
infobae

Fin de la espera y la incertidumbre. Las presiones que realizó "Nacho" González en cuanto medio se le cruzó no surgieron efecto y la balanza se inclinó para le lado de la decisión 'políticamente correcta' y no para el de las exigencias del plantel. Es que el hombre que tendrá la dura tarea de reflotar a Racing es Reinaldo "Mostaza" Merlo, ídolo indiscutido de la institución. Así, reemplazará a Carlos Ischia, que duró cinco partidos como DT, y cumplirá su tercer ciclo en el banco de suplentes del Cilindro: antes estuvo en el 2001/02 (último campeonato del club) y en la temporada 2006/07.


Alrededor de las 17:23, "Mostaza" se bajó de un taxi que lo trasladó hasta la puerta del Hotel Savoy, sobre la calle Callao. Con una sonrisa de oreja a oreja, el DT ingresó al lugar para reunirse con el presidente Víctor Blanco, propietario del hotel, y Adrián Fernández, Pro-Tesorero de la "Academia". Aunque el desenlace era 'cantado', faltaban finiquitar algunos detalles para oficializar a Merlo. Una hora después de que ingrese al sitio, se confirmó la llegada del DT hasta Diciembre del 2014 con un contrato de cinco millones de pesos por año, más el proporcional de lo que resta por dirigir en 2013. 


Sin el consenso de toda la dirigencia, pero con el 'clamor popular' de su lado, "Mostaza" llega a un Racing que no ganó en lo que va del campeonato y está último en la tabla de posiciones, a cinco unidades de Olimpo, el equipo que tiene más cerca. Para colmo, deberá lidiar con que el plantel había dado su veredicto y había pedido que continúe "Nacho" al frente de plantel. Con varias cosas en contra, el técnico tendrá que trabajar contra reloj para levantarle el ánimo a un equipo muy castigado y cambiarle la cara a una institución que viene de sufrir múltiples cimbronazos políticos.