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Un periodista de AFP constató este viernes que la Policía mexicana desalojó de la plaza central del Zócalo a los maestros que no cumplieron con el ultimátum para retirarse del lugar y resistieron al avance policial lanzando piedras y cócteles molotov.
Agentes antimotines irrumpieron con tanques que lanzaban agua en la plaza, donde la mayoría de los miles de maestros ya habían abandonado el acampe que mantenían desde hacía semanas contra una reforma educativa. Unos 200 manifestantes resistieron la invasión policial pero fueron desalojados en unos 15 minutos.
La Policía federal había dado un plazo hasta las 21H00 GMT a los docentes para abandonar el Zócalo, donde está prevista la tradicional festividad del Grito de la Independencia este domingo y será encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto.
Finalmente, la fuerza avanzó a pesar de que el vocero de seguridad del gobierno, Eduardo Sánchez, declaró a la televisora Milenio que la mayoría de los maestros estaba aceptando el pedido de retirarse.
El conflicto entre el gobierno y los docentes en México se inició a partir de la ambiciosa reforma educativa iniciada por el gobierno de Peña Nieto, que establece evaluaciones periódicas a los maestros, lo que generó mucho rechazo entre los sindicatos.
"No nos interesa interferir en un acto que es del pueblo y de la gente, solamente lo estamos transitando con los compañeros de las escuelas porque son los procedimientos de definición", dijo Francisco Bravo, dirigente gremial de la sección 9.