Por la inflación, algunas firmas venden sus productos más baratos cerca de su vencimiento

El acelerado encarecimiento del costo de vida hizo que los consumidores, productores y vendedores cambiaran sus hábitos. Según una encuesta, hay clientes que van diariamente al almacén en lugar de la gran compra mensual al hipermercado, mientras que muchas firmas recurren a un clásico: relanzar productos en envases más chicos

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 DyN 162
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Un clásico al que recurren todas las compañías para "eludirle" la inflación al consumidor es mantener el precio de un producto, pero reduciendo el tamaño del paquete. De todas formas, como consecuencia del acelerado encarecimiento del costo de vida, esta alternativa también comenzó a conllevar un ajuste tarifario cada vez de forma más recurrente.

Otra alternativa que exploraron algunas alimenticias este año es la de crear pequeños puntos de venta, generalmente en estaciones de trenes, para vender sus mercaderías con hasta un 70 por ciento de descuento porque están a punto de vencer. La española Bimbo es una de ellas.

"Lo que se ve es que para una porción importante de los consumidores se está agotando la capacidad de seguir gastando, y la gente busca cuidarse cada vez más. Los fabricantes y los supermercados están cada vez más atentos y buscan diversificar sus estrategias comerciales, especialmente en materia de precios", señala Carolina Yellati, directora de la consultora Wonder, en diálogo con el diario La Nación.

La consultora llevó adelante un estudio que relevó los cambios en las formas de compra de 800 mujeres de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires de todos los niveles socioeconómicos. "Lo que vimos es que los hogares muestran importantes modificaciones en su forma de abastecimiento en los últimos tres meses. Y, en general, todos apuntan al ahorro, a una reducción o a un mayor cuidado en el consumo de productos alimenticios, de limpieza y cuidado personal", detalló Yellati.

Según ese trabajo de campo, el 54% de las mujeres reconoce que hoy está haciendo más visitas al almacén o al autoservicio para ir cubriendo las necesidades diarias, en oposición a las compras grandes de abastecimiento general, mientras que otro 54% dice que compra menos variedad de productos.

Por otro lado, el informe muestra que en agosto de 2012, un 21% de los encuestados sostenía que se había volcado a una mayor compra de marcas líderes, mientras que en ese mismo mes, pero de este año, el porcentaje cayó al 11 por ciento.

Como contrapartida, añade el sondeo, se incrementó la tendencia a la compra de productos de marca propia de los supermercados (22%) y de marcas menos conocidas (28 por ciento). Con respecto al año anterior, también se incrementó el porcentaje de los consumidores que aseguran estar más atentos a las ofertas, descuentos y promociones.

El impacto de la inflación también llevó a las empresas fabricantes a retomar prácticas que se habían popularizado en la crisis de 2002, como la presentación de envases más chicos, de manera de mantener el valor de venta al público por unidad, ajustando no por precio, sino por volumen.