El personaje de Alfredo Casero en Farsantes protagonizó un momento de ira con un cliente que logra sacar lo peor de él.
Marcos, el papel del actor en la ficción, es un abogado poco ortodoxo que hace lo que sea para ganar un caso aunque no esté de acuerdo con su cliente.
Sin embargo, alguien logró hacerlo cambiar de opinión, un señor que, en medio de una separación, le pide un régimen de visitas para los hijos que tiene con su ex un tanto extraño.
"Podes tenerle bronca a la mina porque es una hija de p... pero son tus hijos, son un infumable", le responde el letrado subiendo su tono de voz y arrojándole todo tipo de agravios.