Las reservas en divisas cayeron al menor nivel desde principios de abril de 2007

En una rueda donde nuevamente el dólar en el mercado libre saltó otros ocho centavos, a $9,28 por unidad, en promedio, pese a que el Banco Central intentó atenuar el impacto con ventas por unos u$s50 millones, las reservas monetarias internacionales volvieron a quebrar la barrera psicológica de u$s37.000 millones, como viene ocurriendo desde fines de julio.

Según el dato parcial, luego de considerar el efecto de la leve revaluación del oro, que atenuó el impacto, la baja de los precios de los bonos dolarizados que forman parte de las reservas, y "cancelaciones varias", la posición igualó el nivel del 30 de julio último, el cual no se registraba desde el 3 de abril de 2007.

No se trata de un dato menor, habida cuenta de que la Argentina, a diferencia de la mayor parte de los países del planeta, se resiste a regularizar la situación de deuda impaga, no sólo con bonistas particulares, sino también con institucionales agrupados en el Club de París.

Semejante escenario, junto a la negativa de aceptar la auditoría de las cuentas públicas por parte del Fondo Monetario Internacional, por su condición de país miembro al cual no renunció tras cancelar la totalidad de la deuda en enero de 2006, impide volver al mercado internacional, no ya en busca de nueva deuda, sino simplemente de refinanciamiento de los vencimientos.

Esa condición, que se eligió voluntariamente como criterio de política de vivir con lo nuestro, llevó a la Argentina a pasar de "deudor recalcitrante", como definió la Cámara de Apelaciones de Nueva York, a "pagador serial", como corrigió Cristina Kirchner en su último mensaje al pueblo argentino, por cadena nacional.