El vocero del Departamento de Estado de los EEUU, Patrick Ventrell (foto), sostuvo que el gobierno de Cuba debe reformarse para garantizar los derechos humanos a su pueblo en lugar de culpabilizar a Washington de obstaculizar sus avances en esa materia.
"No tenemos ningún tipo de animosidad hacia el pueblo cubano, es el Gobierno cubano el que necesita reformar sus prácticas y proteger los derechos humanos de los cubanos", señaló en declaraciones con la prensa, luego de conocerse que Raúl Castro enviará un informe a las Naciones Unidas criticando la política exterior de los EEUU.
El embargo contra Cuba, vigente desde 1962, "no está diseñado para impedir asistencia humanitaria u otros bienes vitales para los cubanos, que han seguido fluyendo", agregó Ventrell. En ese sentido, los nexos entre ambos países mejorarían si la isla se decidiera a democratizarse.
Cuba afirmó en un informe, que entregará el 1º de mayo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que "los problemas y obstáculos que impiden la promoción y protección de los derechos humanos en Cuba son la continuidad de la política de hostilidad, bloqueo y agresiones de sucesivos gobiernos estadounidenses".
Por su parte, en su reporte anual sobre derechos humanos en el mundo divulgado el viernes, los Estados Unidos acusó a Cuba de seguir "bajo el control de un régimen autoritario" que limita la libertad de expresión.