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Las sanciones occidentales han golpeado fuerte los ingresos de Irán, dependiente para su financiación en las exportaciones de crudo.
Un informe presentado por la Agencia Internacional de Energía (AIE), estimó en unos 40.000 millones de dólares las pérdidas económicas del país asiático, lastradas sobre todo por una producción de crudo en baja.
Según los datos manejados por la agencia, en diciembre pasado Irán ha producido2,65 millones de barriles por día (mbd), un nuevo mínimo, en relación con los 3,7 mbd de antes de las sanciones impuestas a Teherán a partir de finales de 2011 con el objetivo de forzarle a cambiar de política nuclear.
La producción ha sido la más baja de los últimos 30 años, estimó la AIE.
Irán siempre ha negado que sus desarrollos nucleares tengan intenciones belicistas, argumento que Occidente no admite.