Qatar 2022: la FIFA, en el ojo de la tormenta

La revista France Football denunció sobornos y corrupción en la asignación del Mundial de Fútbol. La investigación involucra a presidentes de confederaciones y figuras del deporte

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En un extenso informe de 20 páginas y con un profundo trabajo de campo que titula como "Qatargate", la prestigiosa publicación francesa afirma que Qatar compró en 2010 la votación en la que fue elegida sede de la Copa del Mundo de 2022.

France Football remarca que el arreglo no podría haberse llevado adelante de ninguna forma sin la participación en la trama de la FIFA, del gobierno francés -liderado en ese entonces por Nicolás Sarkozy- del ex jugador Zinedine Zidane y del presidente de la UEFA, Michel Platini.

En el centro de la polémica está una cena que mantuvieron Sarkozy, Platini, el emir de Qatar, Sheikh Hamad Al Thani, y el presidente del Paris Saint-Germain de aquel momento, en el palacio del Elíseo, sede de la Presidencia.

      

En la reunión, se habría convenido que los qataríes invertirían dinero en el fútbol francés a cambio del voto del mandamás de la UEFA. Meses más tarde, la empresa Qatar Sport Investments compró el PSG y fichó a numerosas estrellas. Y además adquirió los derechos de la Liga francesa.

Platini no negó esa cena, pero descartó por completo haber llegado a un acuerdo para el Mundial: "Un día fui invitado por Sarkozy y también estaba el primer ministro de Qatar. El señor Sarkozy no me pidió dar mi voto a Qatar. Pensar eso no es más que pura especulación".

El voto de 14 de los 22 miembros del ejecutivo de la FIFA finalmente terminó otorgándole una sorpresiva concesión a Qatar para realizar el Mundial de fútbol de 2022, cuando el mundo entero creía que Estados Unidos volvería a ser sede del evento. Australia, Japón y Corea del Sur, los otros candidatos, llegaron al día de la definición sin esperanzas.

      

El ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner fue el primero en poner en aprietos a los directivos, cuando hizo correr el rumor de que cuatro miembros del comité recibieron 20 millones de dólares a cambio del voto por Qatar, entre los que figuraban el paraguayo Nicolás Leoz, el argentino Julio Grondona y el guatemalteco Rafael Salguero, además del camerunés Issa Hayatou.

A principios de enero, la FIFA anunció que investigará a Qatar ante la sospecha de la compra de votos. Mientras, France Football aclara que irá a fondo. Pretende que se anule la candidatura, al punto que considera que "los estadounidenses serían archifavoritos para recuperar el Mundial 2022".

Los hechos de corrupción y sospechas contaminan a la entidad madre del fútbol mundial, desatan un polémica gigante en Francia por la honorabilidad de sus directivos y ensucian el fútbol español, ya que Sandro Rosell, presidente del Barça, y Angel María Villar, mandamás de la federación española, también son implicados en arreglos económicos a cambio del apoyo para el pequeño emirato del Golfo Pérsico.

¿Podrá Qatar conservar limpia su imagen y organizar exitosamente el Mundial de Fútbol de 2022? ¿Quedarán la FIFA y sus directivos más cercanos limpios de culpa y cargo? La pelota no merece ser contaminada.