Llega a la Argentina el boom de literatura erótica

Al éxito de la trilogía Cincuenta sombras de Grey, le seguirá este año una avalancha mundial y local de historias de dominación, sadomasoquismo, sexo, y otras fantasías. El e-book y las redes en el origen de esta moda

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La británica E.L. James vendió 50 millones de ejemplares de sus novelas sadomasoquistas y alentó –además de un auge de la industria sexual–, la moda de la novela erótica, ayudada, dicen los expertos, por el desarrollo del libro electrónico, que permite una lectura más discreta de ese tipo de textos. Ya no es necesario ir a la librería y enfrentarse a la mirada del vendedor al que se le solicita un título "hot".

"Yo creo –es mi hipótesis personal– que el éxito de la trilogía de EL James proviene de la era de las redes sociales, dijo a Infobae Pablo Avelluto, analista del mercado editorial. En particular, del universo del chateo, que es algo que acompaña a nuestra cultura desde hace ya algunas décadas. De algún modo, internet abrió las puertas de un nuevo espacio de intimidad femenina. Y las fantasías sexuales desarrolladas y descriptas en el libro pertenecen a ese mismo ámbito, ahora legalizadas por el mercado. Permitidas, en cierta manera".

En concreto, la aparición del e-book ha facilitado este boom de la novela erótica entre las mujeres, que por lo general suelen preferir el estilo soft antes que el triple X de la pornografía pura y dura (ver: ¿La pornografía es sólo cosa de hombres?). 

Acerca de la novela que está en el origen de este boom anunciado, Pablo Avelluto nos da su veredicto: "He leído 50 Shades of Grey, traducido, un poco literalmente, como 50 sombras de Grey. Además, he participado de su lanzamiento en la Argentina y he conocido a su autora, E.L. James, en Frankfurt, en octubre pasado, una verdadera celebrity de la industria editorial, ya que su trilogía ha dejado enormes utilidades a sus editores en todo el mundo. Su novela: es una buena historia de amor con sexo explícito, escrito y contado desde el punto de vista de la protagonista. Tiene una gran ventaja en una larga tradición de literatura pornográfica, que hasta ahora había sido un terreno casi exclusivo del género masculino, en su producción y en su consumo. Se trata de entretenimiento, que no es una tarea menor de la literatura".

"En realidad –agrega–, son las mujeres las que dirigen el mercado de la ficción. Aunque haya hombres que lean y escriban buenos libros, son las mujeres quienes mandan a ambos lados del mostrador".

Ahora, las firmas editoriales locales empiezan a anunciar la salida de títulos de este género en la Argentina. ¿Puede esta moda banalizar un género que, como otros, tiene sus picos de excelencia? 

"Habrá una ola de textos hardcore para consumo femenino en los próximos meses –dice Avelluto–. Ocurre siempre en este negocio. Algunos tal vez tengan éxito, pero ninguno repetirá el fenómeno absolutamente extraordinario de 50 Shades. No creo que el género se vuelva banal. Los libros poseen una gran ventaja: coexisten en el tiempo. Uno puede leer a Anaïs Nin o a Henry Miller o a E.L. James. O a todos ellos a la vez. Y seguramente hay en este momento personas escribiendo grandes libros con buenas escenas de sexo. Habrá que leer".