En EEUU se vende más tortilla y menos ketchup

Los norteamericanos prefieren la comida latinoamericana, por lo que aumentó la comercialización de estos productos. ¿A qué responde el crecimiento de la cocina hispana?

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Para comprar en Estados Unidos plátano maduro, un favorito de la comida latinoamericana, ya no hace falta buscar algún almacén étnico: se consigue congelado en las cadenas de supermercados.

 

"Lo comercializamos en bandejitas desde hace un tiempo, algo impensado para un producto que se entendía como puramente latino pero que vimos empezó a crecer en barrios de mayoría no hispana. Ya ha cruzado a la cocina estadounidense de una forma increíble", dice a BBC Mundo Joseph Pérez, vicepresidente de Goya Foods, la mayor empresa de alimentos en manos hispanas en Estados Unidos.

El ejemplo del plátano –y el éxito de compañías como Goya- refleja un fenómeno más amplio de adopción de las tradiciones culinarias latinas en el hogar del estadounidense medio.

Dos datos demuestras esta nueva tendencia: el consumo de tortillas superó al de pan de sándwich y la facturación por ventas de la muy mexicana salsa casi duplicó la del ketchup.

El mercado estadounidense de comida hispana alcanzará los US$8.200 millones este año, con un crecimiento de 8% desde 2009, según un estudio reciente de Packaged Facts, que evalúa el mercado masivo desde hace 50 años.

"La comida es un bien cultural que 'viaja bien' y tiende a ser eminentemente multicultural: no hay una agenda detrás, sólo una demanda basada en los gustos del consumidor, que se van moldeando con el tiempo", indica David Sprinkle, director de investigaciones de la consultora.

La tendencia no hará sino alimentarse de tacos y burritos: los expertos proyectan que el negocio de la comida hispana en Estados Unidos crecerá exponencialmente, más de 31% entre 2012 y 2017.

La expansión, a juzgar por el actual consumo, se disparó a fuerza de tortillas y salsa. Más de uno reaccionó con sorpresa cuando las estadísticas revelaron que estos productos mexicanos por antonomasia se vendían más que otros tradicionalmente asociados al gusto estadounidense: spaghettis, bagels o panes de hamburguesa y perros calientes frente a las tortillas; ketchup y mostaza en el caso del condimento.

Ahora, ¿cuáles son las razones detrás del fenómeno? Por un lado, los analistas señalan el creciente poder adquisitivo de los hispanos, que ha mejorado un 31% desde 2008 y -según Packaged Facts- se refleja en 83% de los hogares que consumen cada vez más productos asociados a sus tradiciones.


Pero, a la vez, la diversificación del perfil de consumidor es el gran cambio reciente que ha incorporado la cultura latina a los hábitos alimentarios del habitante promedio.

No sólo el crecimiento cuantitativo de consumidores ha alentado el fenómeno sino que, a la par, los analistas han notado que la cocina latina se ha convertido en territorio de "foodies", como se llama a los aficionados a la buena mesa dispuestos a probar nuevos platos.

Sin embargo, los cambios traen también desafíos.


"La innovación será clave para cómo nos vaya: los consumidores están reclamando ahora una variedad mayor de tortillas, por ejemplo, de maíz o de harina pero también kosher, orgánicas, de colores… toda clase de cosas", explica Jim Kabbani, director ejecutivo de la Asociación Industrial de la Tortilla.

"Hay que expandirse a otros sectores, más allá de tortillas y salsa, como los dulces o jugos, que aún no están asociados con lo hispano. Y sabemos que puede pasar que algunos productos sean una moda de algunos años y ya, que luego los consumidores se cansen. Pero esperamos que otros, como los condimentos, queden incorporados a la llamada 'nueva cocina americana'", agrega Pérez.