"Empezamos este primer ciclo con una ronda de diálogos que tardará en principio 10 días al término de la cual se fijará la fecha del siguiente ciclo. En todo caso será un proceso rápido y eficaz. Un proceso de meses, no de años", dijo antes de partir para La Habana, donde el lunes proseguirán las conversaciones.
En declaraciones a periodistas en el aeropuerto militar Catam, desde donde partió la delegación, De la Calle confió en que durante las conversaciones las FARC "muestren que ellos piensan que es el momento de la fuerza de las ideas y no de la fuerza de las armas, y menos, de la combinación de ambas".
"Es el momento de definiciones, no de discursos", advirtió tras recordar que según los compromisos pactados con la guerrilla, la fase que se inicia el lunes "debe terminar con un acuerdo definitivo sobre el conflicto".
Sin embargo, el jefe negociador recordó que mientras duren las negociaciones "no habrá concesiones de carácter militar, ni cese del fuego, ni zonas desmilitarizadas".
Aseguró, además, que el gobierno de Santos "quiere el fin del conflicto como un primer paso para avanzar en la construcción de una paz estable" y señaló que en ese escenario "caben las FARC convertidas en partido político legal".
La primera fase de las negociaciones contempla la discusión del tema del desarrollo agrario, considerado fundamental en la superación del conflicto, ya que fue el asunto que dio origen al surgimiento de las guerrillas izquierdistas en los años 60.
En caso de que se supere esa fase, el acuerdo contempla la discusión de otros cinco temas: drogas ilícitas, participación política, abandono de las armas, reparación a las víctimas y, finalmente, la implementación, verificación y refrendación de los acuerdos a que se llegue.