Luján: hay más de 400 evacuados por la crecida y el agua ya llegó a la Basílica

El río llegó a 5,12 metros. Pese a la filtración, el patrimonio de la iglesia no peligraría. Muchos vecinos abandonaron sus casas. “Lo que hace falta es limpieza y dragado", dijo el intendente 

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El intendente de Luján, Oscar Luciani, indicó ayer por la tarde que 120 personas habían sido evacuadas por las autoridades, mientras que alrededor de otras 300 habrían dejado sus hogares de forma voluntaria.

"Esta mañana (por ayer) los bomberos pasaron con la lancha y nos obligaron a irnos, porque decían que no era seguro para el bebé. Acá estamos bien, pero no queremos volver a construir ahí por el temor de perder todo de nuevo. Le vamos a pedir al intendente que nos consiga un poco de terreno en algún lugar alto", explicó Sandra, mamá de dos hijas, que vive en el barrio La Loma.

El Municipio dispuso tres centros de evacuación para recibir a los afectados por el avance del agua. "Uno funciona en el Centro de Integración Comunitaria del barrio San Fermín, otro en el polideportivo municipal y el tercero en una escuela del barrio Olivera", detalló el jefe comunal.

Luciani estimó además que "habría otras 500 personas damnificadas por la crecida" a las que no hubo necesidad de evacuar, ya que "hay mucha gente que tiene experiencia de crecidas anteriores del río, por eso la evacuación y la autoevacuación se dieron de forma ordenada, con la colaboración de los transportes del municipio".

"El río Luján mantiene un comportamiento muy extraño porque sube y baja sistemáticamente tres centímetros, sosteniéndose en 5,12 metros", explicó. Añadió que "lo que hace falta es un trabajo completo de limpieza y dragado desde su origen hasta su desembocadura, porque es muy extraño que se dé este fenómeno y que el agua no baje más rápido".

La Basílica y el riesgo patrimonial

La imagen que graficó la magnitud de la crecida en los medios desde anteayer fue la del frente de la Basílica, en donde se podía apreciar cómo el agua había cubierto las calles de la zona y amenazaba con entrar en el edificio.

      

Finalmente, para ayer al mediodía la filtración se había concretado, aunque sólo afectando el subsuelo.

El párroco rector de la Basílica, José Gabriel Blanshud, aseguró que la inundación "no afectó" a la iglesia y comunicó que el agua que entró en la cripta "está siendo desagotada", sin comprometer el patrimonio religioso.

"Gracias a Dios el agua no afectó hasta ahora a la Basílica y, si bien anoche tuvimos bastante agua en la cripta, tenemos cinco bombas trabajando para desagotarla", añadió.

La cripta de la Basílica de Luján guarda los denominados tesoros de la Virgen, entre los cuales se encuentra su corona, una rosa de oro y los ornamentos que usó el Papa Juan Pablo II cuando presidió una misa en Luján, en su visita pastoral a la Argentina en 1982.

Mejora

A última hora de la tarde, Sergio Sequeira, subsecretario de Políticas Públicas de Luján, dijo en Radio 10 que la situación comenzaba a mejorar y que el nivel del río ya se encontraba por debajo de los cinco metros.

Explicó que las aguas bajaron casi dos cuadras y que algunos vecinos comenzaban a volver a sus casas.