En una corta intervención luego de una reunión con su comité de crisis de la Casa Blanca, el mandatario estadounidense Barack Obama también exhortó a los habitantes de las regiones potencialmente amenazadas a que acaten sin dudarlo las directivas de las autoridades locales, en particular en lo relativo a las evacuaciones.
Obama advirtió el lunes que el huracán "Sandy" que se cierne sobre la costa Este del país será "una gran y difícil tormenta" con posibles "consecuencias fatales", pero confió en la capacidad de las autoridades para hacerle frente.
"Ésta será una gran y difícil tormenta (...). Estoy seguro de que estamos preparados", dijo, y agregó: "No estoy preocupado por las elecciones, sí lo estoy por las familias. Va a ser una tormenta grande y poderosa. Será difícil, pero EEUU se une en tiempos difíciles".
Obama canceló un evento de campaña en Orlando, Florida, y otro mañana martes en Green Bay, Wisconsin, debido al paso del huracán, que ha trastocado toda su agenda.
A apenas una semana para las elecciones, tanto Obama como su rival republicano Mitt Romney han tenido que dar un giro a sus planes de campaña debido a la llegada de la tormenta, que se espera que afecte a cerca de 50 millones de personas a lo largo de la costa Este de Estados Unidos.