Crecen los festejos por Halloween en el país

Si bien es una tradición norteamericana, en los últimos años tuvo un boom en Argentina. Primero, en algunos colegios bilingües, y luego se extendió a los adultos que festejan disfrazados en los boliches

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La celebración de Halloween o "Noche de Brujas" supo ser siempre un festejo vinculado a la tradición norteamericana, aunque su origen es celta, pueblo que la denominaba Samhain, que significa "fin del verano".

En la antiguedad, los celtas consideraban que con la llegada de Samhain se abrían las puertas que los separaban con el más allá, permitiendo el paso de los espíritus. Para ahuyentarlos, se utilizaban máscaras y trajes. Luego, esta celebración fue asociada con la festividad cristiana del Día de Todos los Santos.

A partir de 1840 los estadounidenses se apropiaron de esta festividad y la caracterizaron con niños disfrazados de los más tenebrosos personajes de películas de terror al grito de "Dulce o truco" (Trick-or-treat), para pedir por dulces a los adultos del barrio y/o de la zona.

En nuestro país, la celebración de esta fecha ha ido creciendo en los últimos años. Primero, por los festejos promovidos por los colegios bilingües, que fomentaban la celebración en los más chicos todos los 31 de octubre.

Luego, la influencia vino por parte de los boliches, que aprovecharon también para explotar el negocio para su propio beneficio, estimulando a los jóvenes a disfrazarse en las discotecas.

"Después de la crisis del 2001 se produjo un boom de fiestas de disfraces. Si bien Halloween empezó siendo una celebración solo de los colegios bilingües, después fue una excusa para festejar en general", detalla Florencia Gomes, dueña de un local de alquiler de disfraces ubicado en el barrio de Belgrano.

Sobre la expansión que se produjo en este tipo de fiestas agrega: "Al principio la temática era solo de terror, después se fue ampliando y ahora se alquilan todo tipo de trajes".

El público que festeja Halloween es, básicamente, gente de 25 a 35 años, pero, según cuenta Florencia, "se van sumando todas las generaciones".

Con respecto a los disfraces que más se alquilan, la dueña del local señala que las mujeres prefieren Caperucita Roja, Campanita, Reina de Corazones, piratas o Mujer Maravilla. Mientras que los hombres eligen los personajes de la películas Naranja Mecánica Manosanta y de gladiadores.

"Halloween se ha ido popularizando muchísimo. Cada vez más lugares abren sus puertas al festejo, como los boliches Jet, Wanna o Rummy, donde tengo listas de fiestas en este momento. Además, aquellos que cumplen años en esas fechas convocan a los invitados para que vayan disfrazados".

En ese sentido, Florencia destaca el significado de lo que implica un disfraz: "Te permiten ser lo que desearías ser. Detrás de ese personaje uno se escuda para poder encarar a alguien que te gusta, por ejemplo. Te permite desinhibirte, reírte, es como el alcohol, pero no hace daño", reflexiona.

"Las fiestas de disfraces son como un juego. Juego a que soy otro, entonces me animo a ser, decir y actuar como se me dé la gana", agrega.

A la hora de los prejuicios con el cuerpo, sobre todo por parte de las mujeres, Florencia señala que los disfraces son un grana aliado.

"El tema de la presión por la figura es muy grande y a veces muy grave. Pero el disfraz te permite disimular. Además, en mi local los arreglos los hacemos a medida y la mayoría tienen corsé, que estiliza. Es muy gracioso observar como las chicas salen vestida para matar, le ponen toda la onda y cuando vienen a disfrazarse los hombres prefieren los de teletubbie".

Al parecer, entonces, la consigna para festejar Halloween es estar bien disfrazados. Además, los festejos cada vez duran más días. "Si bien es la noche del 31 de octubre, arrancan el 27 y duran hasta el dos o tres de noviembre", concluye Florencia.