Cómo evitar papelones al viajar

"Donde fueres haz lo que vieres", pero informarse antes de partir es el mejor medio para evitar bochornos “interculturales”

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Algunos gestos habituales en un país, pueden ser mal vistos en otro. En Grecia, mostrar la palma de la mano abierta hacia adelante a un interlocutor es un insulto. En China, no se debe obsequiar flores blancas porque son para funerales. En Argentina, nunca hay que intentar ayudar al que está preparando el típico asado, salvo que éste lo solicite. En Italia, nunca cortar los espagueti ni pedir un capuchino después de las 11 de la mañana. En Suiza no hay que llegar tarde, pero tampoco antes de la hora fijada para una cita.

Son algunas de las advertencias para viajeros que pueden encontrarse en sitios que ayudan a evitar torpezas por desconocimiento cultural. "La gente viaja cada vez más", dijo al diario Le Monde, Barbara Iwens, diseñadora del sitio Fasten Seat Belts (Ajusten sus cinturones). "Hay gente que se comporta como si estuviera en su casa. Van siempre de shorts y sólo hablan en su idioma. Otros, en cambio, quieren conocer la cultura y el idioma del país que atraviesan, para evitar dar pasos en falso", agrega. A estos últimos está destinada la página en cuestión que, por el momento, sólo incluye a los países de Europa y a algunos asiáticos.

      

Fasten Seat Belts ofrece una serie de videos muy breves con indicaciones por país o por tema sobre cómo saludar, qué llevar (y qué no) a una cena, qué regalos son bien vistos y cuáles no, etcétera.

Por ejemplo, en China no deben regalarse cuchillos, tijeras, ni otras cosas por el estilo; el número 4 es considerado de mal agüero, mientras que el 8 trae buena suerte. Los regalos deben hacerse por par (2) o bien en un número impar, por ejemplo, las flores, evitando como se dijo el color blanco. Es bien visto envolverlos en papeles muy coloridos, como rojo, amarillo o rosa.

En Polonia y Rumania, se estila besar la mano de las damas, especialmente si son mayores.

En Vietnam –destino turístico muy de moda- y en otros países asiáticos es común ver a personas del mismo sexo caminar de la mano o del brazo, un gesto sin connotación sexual. Es algo frecuente entre los musulmanes como expresión de fraternidad. A la inversa, las demostraciones románticas entre las parejas –besarse, tomarse de la mano, abrazarse o que ella se siente en el regazo de él, todos comportamientos naturales en Occidente- no son aceptables y deben evitarse.

"En Vietnam y en India, dice Fasten Seat Belts, el turista no debe sorprenderse si un completo extraño le hace preguntas personales tales como su edad y peso. Es una forma normal de iniciar una conversación y no es considerado invasivo, como lo sería en Europa. Pero no se debe hacer bromas subidas de tono en esos países: los temas sexuales son tabú".

Más datos útiles

Es sabido, por ejemplo, que la costumbre de dejar propina en los restaurantes y bares varía muchísimo de un país al otro (ver Cuánta propina dejar en los restaurantes del mundo). Del mismo modo, en algunos países es costumbre llevarse lo que quedó en el plato en el restaurante y en otros está mal visto (ver ¿Hay que llevarse lo que quedó en el plato?).

En Japón y Corea, como las mujeres se sienten muy avergonzadas con los "bathroom noises", es decir, los ruidos típicos del baño, algunos toilettes están equipados con efectos de sonido para camuflar los otros… Además, cuando alguien golpea a la puerta para verificar si el sanitario está ocupado, la persona que está adentro responde también con golpecitos…

En los mercados de Guatemala, el regateo es ley. Está muy mal visto que un comprador no pelee el precio que, preventivamente, siempre estará inflado. Si un turista se niega a comprar algo por encontrarlo caro y se aleja del puesto de venta, es muy posible que el puestero lo siga pidiéndole que regatee.

      
      
 

En Japón, el saludo es a distancia. Hay que evitar todo contacto físico. Las personas se inclinan una ante la otra. Entre pares, bastará con una pequeña inclinación de cabeza, pero si hay una relación de jerarquía, por rango o edad, la reverencia será más marcada y más lenta. En la foto derecha, el ex primer ministro japonés Yukio Hatoyama intercambia saludo con el robot humanoide Asimo de Honda.

      
      
 

En Uganda, oler la comida que nos sirve un afitrión es un insulto porque implica que estamos sospechando que contiene veneno.

En Dinamarca, si debemos pasar entre dos filas de asientos para llegar al nuestro, no debemos pasar nuestro trasero por delante de ellos. Hacerlo siempre mirándolos de frente.

En los países del Magreb (norte de África) hay que aceptar siempre la taza de té que se nos ofrece.

En muchos países orientales los regalos no se abren delante de los invitados; una costumbre que tiene sus ventajas: no hay que fingir alegría ante un presente que no es de nuestro agrado.

La gestión de "riesgos" interculturales

Benjamin Pelletier es un coach en Cross-cultural Management (gestión de riesgos interculturales) de la región parisina. Durante un tiempo animó en LindekIn un grupo de discusión titulado justamente Gestión de Riesgos Interculturales. De esa experiencia recogió varias enseñanzas.

      
 

Algunas de sus observaciones son muy interesantes, tanto como datos a cargar en la cabeza para evitar lo en futuros viajes como para descubrir qué cosas les llaman la atención a los extranjeros de los comportamientos locales.

Veamos algunas de las que Pelletier califica como las "gaffes" (papelones) interculturales más graves:

En Francia, ponerle ketchup al foie gras o cortar el vino con agua. Pedir cerveza en un restaurante fino.  Preguntar a un colega cuánto gana. En términos generales, los franceses encuentran de mal gusto hablar de dinero.

En Noruega, llegar tarde a una cita. O temprano.

En Suiza, cortar el pasto un domingo o cualquier  otra infracción al código de "vivir juntos sin molestarse", tales como tirar papeles u otros desechos al piso, hacer ruido en horario de descanso, etcétera.

En Tailandia, sentarse en un templo con los pies apuntando a la efigie de Buda o pasar la mano sobre la cabeza de alguien, porque se la considera sagrada. Perder la calma, demostrar ira o impaciencia, son signos de falta de dominio de sí, inmadurez o puerilidad y harán que a la persona en cuestión se le pierda todo respeto.

En Argentina, decirle a una mujer que está gorda.

En Burkina Faso, tutear a una persona de edad. Llevar comida cuando nos invitan a cenar. Y decirle a una mujer que está… delgada.

      

En

Japón

no descalzarse al pasar el vestíbulo de una casa. O hacerlo y tener las medias agujereadas.

Es lo que le pasó al entonces director del Banco Mundial, Paul Wolfowitz cuando visitó una mezquita en Turquía.

En Holanda, no presentarse a sus nuevos vecinos a poco de mudarse y no invitarlos a tomar un café una vez instalado.

En Uruguay y Argentina servirse el mate (la tradicional infusión de estos países) uno mismo y no esperar que lo haga el cebador.

En Vietnam, aceptar inmediatamente la comida que nos es ofrecida cuando estamos invitados a un lugar. Lo cortés es rechazarla varias veces y finalmente aceptar ante la insistencia del anfitrión. Algo que, en otros países, donde un "no" es un "no", puede dejarnos en ayunas.